viernes, diciembre 29, 2006

ALCANCES DEL MEJOR LIBRO EN EL 2006

El año que acaba ha tenido otros libros de poesía importantes que no los he podido leer. En otros casos (que no diré) no me han gustado. Yo siempre diferencio el gusto de la crítica literaria. Hay poemas y poetas que no me gustan, pero que son buenos, que escriben bien. Eso, que suena muy rústico, es algo que aun no se entiende en este país con los críticos.

El libro "Soy mi cuerpo" de Aleyda Quevedo, los poemarios de Luis Carlos Mussó, Juan José Rodríguez y César Carrión (a los que no he tenido acceso), el poemario "Las partes" de Fabián Guerrero, la antología poética de el enorme Antonio Preciado que no conozco, la poesía junta del extraordinario Filoteo Samaniego a quien hay que leer con detenimiento y amor. Deben escaparse algunos títulos, pero entre los citados, pienso, está lo representativo. Claro, este es mi selección, mi antología. Si a alguien no le gusta, por favor, invito a que haga la suya.

En prosa también hubieron sorpresas gratísimas, por ejemplo el libro "Salvo el calvario" de Lucrecia Maldonado y "Eses Fatales" de Sonia Manzano, novelas deliciosas. Así como el bello libro de cuentos de Aminta Buenaño, o el estupendo libro de crónicas de Fernando Itúrburu. La novela canónica de Javier Váscones "El señor de las moscas" de gran solvencia linguística, el libro de Gilda Hlst y el de Fernando Andrade (que aún no leo), la novela "Leonor" de Donoso Pareja, el ensayo literario sobre las canciones de Joan manuel Serrat de Lucrecia Maldonado (inédito en el país, como trabajo crítico), la publicación de los dos mónologos teatrales de Viviana Cordero, que tuvieron éxito como obra de teatro, el bello libro de cuentos de Valeria muñoz sobre el cine, el libro de ensayos y crónicas de Raúl pérez Torres, el bello libro de entrevistas de Iturburu, tantos poemarios de autores muy jóvenes de grupos como "Machete Rabioso" (de quien no conozco más que su "escándaloso" nombre, algún poemario de Diego Cazar, a quien no he leído pero me han comentado que es bueno. Estoy haciendo un juego terrible con la memoria de manera informal (no confunda lector con crítica, eso esta lejos de lo que pretendo), por lo que no conciento críticas sobre estos ejercicios. Son míos, muy dignos de un blog, por lo que lo hago con absoluta libertad.

Que así siga nuestra literatura y nuestra vida: lloviendo sobre nuestras letras. Que haya libros y no disputas. Que siempre triunfen los libros del mundo. Que así siga. y que no escampe.

jueves, diciembre 28, 2006

EL MEJOR LIBRO DE POESÍA DEL 2006

Victoria Tobar y su “Poesía despeinada”, Sonia Manzano y su emblemático y estupendo “Último regreso a Edén”, Eduardo Villacís Meythaler y su “Ajuar de Cal” (verdadero homenaje a un enorme poeta desconocido) y el joven poeta Rafael Tobar y su opera prima “En piel de otro” me parecen los libros de poesía del año. He dejado el que considero fundamental para referirme al final: “Obra poética” de Manuel Zabala Ruiz. Publicado por la Casa de la Cultura Matriz en su colección Poesía Junta No. 5. Aunque la edición contiene sendos errores sobre la bibliografía del poeta, la poesía que contiene este libro es, verdaderamente, una isla dentro de la literatura del Ecuador. Zabala, poeta parco y maduro (Riobamba, 1928), desarrolló desde la década de los 50 un estilo al que nunca renunciará: una poesía comprometida con el concepto, la forma y la rima. Ya en 1996 tuve la suerte de publicar su obra completa. En esta edición ha aumentado solamente 25 poemas más a su mínima obra (en 215 páginas se resume toda su poesía) que no tienen la importancia de los extraordinarios poemas escritos en los años 60 hasta los 90. Enorme poeta desligado del canon oficial. Y con suerte, porque gracias a ello tiene una mayor importancia en la historia de la poesía ecuatoriana.

sábado, diciembre 09, 2006

NUEVO ENCUENTRO DE LITERATURA EN CUENCA EN EL 2007

FRANCACHELA, REVISTA INTERNACIONAL DE ARTE Y LITERATURA

UNIVERSIDAD DEL AZUAY




FRANCACHELA, REVISTA INTERNACIONAL DE ARTE Y LITERATURA

UNIVERSIDAD DEL AZUAY




PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL DE LITERATURA CUENCA 2007

SANTA ANA DE LOS RÍOS DE CUENCA, 12-15 JULIO DE 2007

Invitamos a los escritores, críticos literarios, traductores, directores de revista y talleres literarios a participar en el PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL DE LITERATURA CUENCA 2007.

PRESENTACIÓN
Santa Ana de los Ríos de Cuenca está ubicada al sur de la República del Ecuador (Sudamérica).
Fundada en 1557, fue declarada en 1999 Patrimonio Cultural de la Humanidad, gracias a su historia, arquitectura y cultura.
La urbe cumple en 2007, 450 años de su fundación. Se distingue especialmente por su cultura, arte y artesanías.

La Revista Internacional Francachela y la Universidad del Azuay han creído oportuno convertir a Cuenca en punto de confluencia de la literatura de América Latina, instaurando en esta ciudad un espacio vivo para el encuentro, el intercambio cultural y el conocimiento personal, en el convencimiento de que la literatura, en su doble función de arte y ciencia, puede constituirse en el lazo de unión que hoy, más que nunca, requieren nuestros pueblos, en aras de una convivencia fraterna y en paz.

Comité Organizador
Dra. Sara Vanégas Cobeña Lic. Norma Pérez Martín
Presidenta del Encuentro Presidenta Honoraria del Encuentro
Universidad del Azuay Directora de Francachela
Francachela-Ecuador Universidad de Buenos Aires

Lic. Joaquín Moreno Lic. Janeth Molina
Universidad del Azuay Universidad del Azuay

Dr. Jorge Dávila Vázquez Lic. Cecilia Suárez
Universidad de Cuenca Universidad de Cuenca

Lic. José E. Kamenieki
Editor de Francachela - Buenos Aires


Comité de Honor
Dr. Mario Jaramillo Paredes Sra. Alicia Yánez Cossío
Rector de la Universidad del Azuay Academia Ecuatoriana de la Lengua
Escritora - Ecuador

Hernán Rodríguez Castelo Lic. Daniel A. Andina
Academia Ecuatoriana de la Lengua Subdirector de Francachela
Crítico - Ecuador

Dr. Marco Antonio Rodríguez Dr. Juan Ruiz de Torres
Presidente de la Casa de la Cultura Director de la Asociación Prometeo
Ecuatoriana Benjamín Carrión de Poesía, Madrid

Dra. Luisa Valenzuela
Escritora argentina


Asistentes de Organización
Lic. Blanca Andrade
Academia Iberoamericana de Poesía Capítulo Cuenca
Dr. Bolívar Delgado
Academia Iberoamericana de Poesía Capítulo Cuenca
Lic. Marcela Jima
Academia Iberoamericana de Poesía Capítulo Cuenca
Srta. Cesibel Ochoa Pineda
Universidad del Azuay


ACTIVIDADES
El congreso está dedicado al quehacer literario en América Latina.
El programa incluye:
a) Conferencias magistrales
b) Ponencias sobre:
-La poesía en América Latina.
-La narrativa en América Latina.
-El ensayo en América Latina.
-El teatro en América Latina.
-La literatura y la demás artes (cine, fotografía, video, danza, teatro…)
c) Mesas redondas:
-La traducción literaria
-Revistas literarias
-Talleres literarios
d) Presentación de libros:
-Antologías Francachela de cuento breve y de poesía
-Otras obras
e) Lectura de textos y recitales



METODOLOGÍA

a) Conferencias Magistrales: serán impartidas por escritores reconocidos.

b) En el caso de las ponencias, se deberá enviar un resumen de una página. El trabajo total tendrá ocho cuartillas a doble espacio y será sustentado en 20 minutos; estará acompañado de un currículum vitae de 10 líneas como máximo.

c) Para las mesas redondas se enviará un resumen de una página, acompañado de un currículum vitae de 10 líneas como máximo.

d) Quienes deseen presentar un libro, publicado entre 2005 y 2007, favor indicarlo y enviar la obra.

e) Lectura de textos y recitales: Los autores interesados en estas actividades deberán inscribirse e indicar si desean participar en las mismas (poesía o cuento breve, no más de dos páginas).

Los trabajos se presentarán en español o en portugués.
Los documentos se remitirán hasta el día 10 de junio de 2007, a la siguiente dirección:
encuentrocuenca2007@elmurocultural.com

O a:
Dra. Sara Vanégas Cobeña
Presidenta del I Encuentro Internacional de Literatura, Cuenca 2007
Universidad del Azuay – Educación Continua
Apartado 981, Cuenca/Ecuador


CERTIFICADOS DE ASISTENCIA: En el acto de clausura se entregarán certificados de asistencia al encuentro.

INSCRIPCIÓN

Las inscripciones al Encuentro quedan abiertas entre el 2 de enero y el 10 de junio de 2007:
Desde Ecuador: Cheque o giro postal.
Desde el exterior: Giro postal a través de Western Union.
A nombre de Sara Beatriz Vanegas Cobeña.

Participantes de Europa y Estados Unidos: U$S 60.-
Participantes de América Latina: U$S 50.-
Participantes de Ecuador: U$S 35.-
Estudiantes: U$S 20.-

Quienes se inscriban hasta el 30 de mayo gozarán de un descuento, y abonarán los valores siguientes:
Participantes de Europa y Estados Unidos: U$S 50.-
Participantes de América Latina: U$S 40.-
Participantes de Ecuador: U$S 30.-
Estudiantes: U$S 15.-
(Valores en dólares estadounidenses)

Después de esta fecha, se cancelará la tarifa completa.

La inscripción incluye:
-Participación en todas las actividades del Encuentro
-Materiales
-Exposición y venta de libros
-Coffee breaks
-Cocktail de bienvenida
-Asistencia a los diferentes actos artísticos culturales ofrecidos en homenaje a los escritores participantes.

Respecto del alojamiento, visitas guiadas en la región y actividades complementarias al Encuentro, enviaremos información próximamente a través de la página web del Encuentro: www.elmurocultural.com

Atentamente, Dra. Sara Vanégas Cobeña
Presidenta del Encuentro
Universidad del Azuay - Departamento de Investigaciones
Directora de Francachela – Ecuador
Premio Nacional de Poesía
Universal Peace Ambassador in Universal Ambassador Peace Circle
www.uazuay.edu.ec/publicaciones/sarav/svrevistas.htm

jueves, diciembre 07, 2006

DOS NUEVOS LIBROS DEL ANGEL EDITOR

MONÓLOGOS: MARÍA MAGDALENA LA MUJER BORRADA Y LA TORERA (Colección ELANGEL TERRIBLE No. 5)

Viviana Cordero (Quito, 1964) es escritora y directora teatral y de cine. Ha publicado las Novelas: El paraíso de Ariana, El teatro de los monstruos (con tres ediciones cada una) y Una pobre tan qué hace. Su trabajo teatral ha sido extenso y muy comentado. Ha escrito y puesto en escena las obras: Mano a mano, Tres, Escenas Familiares, María Magdalena, la mujer borrada, De arrugas y bisturís y La Torera. Preparó el montaje en Ecuador de Los Monólogos de la Vagina de Eve Ensler. En cine trabajó en las películas: Sensaciones (guión y codirección) y Un titán en el ring (guión y dirección). En televisión hizo El gran retorno (24 capítulos, libretos y dirección). Su trabajo multifacético la convierte en una de las escritoras más influyentes de su generación.


Los monólogos de dos mujeres tan disímiles e importantes, al mismo tiempo, conmueven a cualquier sensibilidad abierta. La desmitificación de María Magdalena, en base a un discurso contemporáneo y a una transpolarización de su influyente y necesaria vida, desde los tiempos de Jesús de Nazareth hasta nuestros días, pasando y sumergiéndose por nuestro contexto, por nuestra necesidad de borrar el mito de su memoria.
Y, por otro lado, el personaje femenino, quiteño por excelencia, es La Torera. Un mito urbano que sale del murmullo de una sociedad extraída desde las raíces de una franciscana y recoleta ciudad enclavada en los Andes.
Viviana Cordero es actualmente una de las voces más firmes del teatro ecuatoriano. Lo demuestran largamente estos dos monólogos. Estas dos joyas antológicas que no deben faltar nunca en una antología de piezas teatrales ecuatorianas.

JUSTO LUGAR (Colección ELANGEL TERRIBLE No. 6)

Alex Salinas (Chuquisaca, Bolivia, 1975). Licenciado en Comunicación Social. Publicó En el 2004 el poemario Oscilación por el Azero (b@ez.oquendo.editores). Actualmente se desempeña como profesor asistente en la Universidad de Stony Brook en el estado de Nueva York y es candidato al titulo de Doctor en literatura hispano-americana. Este es su primer libro de relatos.


Los cuentos que hacen este libro están sazonados con ese sabor de misterio. Los personajes de este libro regresan a ver el corazón delator de su pasado, de su presente y de su futuro y se entregan a unas historias que se van desovillando dentro de una atmósfera truculenta y tenaz.
Alex Salinas ha decidido ingresar a la narrativa desde las lindes del suspenso sicológico, entregando, en estos cuentos, unas atmósferas lúdicas (librerías, casas, paisajes de naturalezas vivas) que alcanzan a arrancarle al lector un signo de interrogación del cerebro.
En estos cuentos, donde no hay misterios deducibles ni villanos estereotipados, se puede vislumbrar el discurso de un joven autor latinoamericano que ha tocado dignamente el género del terror literario desde un ángulo posmoderno y real, alcanzando en sus narraciones páginas muy sutiles para la actual narrativa en nuestro idioma.

viernes, diciembre 01, 2006

Quito en poesía

"Quito, arrabal del cielo, con ángeles que ordeñan
en los establos húmedos del alba,
niñas despiertan en los zaguanes
con los pechos crecidos en las manos,
frailes de bruces en sus noches solitarias,
mientras los campanarios apuntalan los cielos,
cenicientas mujeres enlutadas
pendientes de los confesionarios y las campanas,
patios que comentan las noticias,
cerros para orear las casas,
ventanas que pinchan a los vecinos
con las espinas de las miradas
y en la algarabía de la calle
soldados de aserrín y muñecas con música
y una taberna desvelada.
Ay, y yo, adrede, silvando como un sastre
para que se abra una ventana".

Este célebre poema, "Arrabal del cielo", de Jorge Reyes, puede abrir siempre una alabanza sentida de la capital del Ecuador, cuna del encantamiento español. Herencia en grande de La bella Toledo, la ciudad balcón, y del incario orgulloso que dominó los montes donde se aposenta la cuidad andina, moderna, terrenal y mágica. Y mágica es también la historia y la poesía que ha suscitado Quito.
Quito ha sido siempre un cajón de sorpresas, misterios, soledades. Muy lejos de ella, el mar. Cerca, las nubes. Quito encierra el misterio más excepcional de la literatura: las leyendas. Sendas páginas de la historia quiteña se dan como leyendas (no se sabe cuánto hay de realidad y cuánto de ficción).
La poesía siempre ha retratado fidedignamente las figuras espectrales y maravillosas de Quito. Y es que la poesía siempre es la imagen esmaltada de todo lo que está alrededor de la imagen. No hay pretexto en la poesía, para que la atmósfera no se de claramente, y sin borrones.
"La Bella Aurora", "El gallo de la Catedral", "El Padre Almeida", etc. son leyendas famosas del Quito antiguo, recoleto y encerrado en la colonia elegante y fructífera de España.
El padre insurrecto, que llegaba raspando la piedra dura, hasta la alta ventana del convento de San Diego, y se iba a buscar vida más "movida" fuera de él, mientras el Cristo maravilloso de Caspicara, le reclamaba: "Hasta cuando Padre Almeida", recibiendo la respuesta: "Hasta la vuelta, Señor". O la nina Bella Aurora, que fue el centro de atracción de un toro de lidia, que la invistió hasta matarla, debido a que ella enamoró al animal. O el hombre borracho que se burlaba del Gallo de la Catedral, hasta que la bella figura de plata que domina la alta cupula de la iglesia, terminó vengándose del hombre, dándole un escarmiento doloroso. Leyendas con que los niños quiteños crecen, se vuelven hombres, se reafirma un porvenir seguro en la ciudad de estrellas en la mitad del mundo.

"La gloria es de la piedra. Por ejemplo,
el atrio circular de San Francisco,
la columna barroca y el aprisco
de corderos dorados en el Templo.
Es la gloria del árbol: la arquería
de mudéjares trazos los venablos
como flechas de sol de los retablos
hendiendo el aire de la Compañía.
Va Miguel de Santiago por los muros
del convento agustino. Y los oscuros
claustros convierte en luz, con su pintura.
Piedra de esta ciudad, pesebre y nido,
cielo de un aire azul indefinido,
tiende en mi corazón su arquitectura".

Soneto de Enrique Noboa Arízaga, que indica el poder de un Quito colonial y artístico, frente a una sensibilidad ahíta de sombras barrocas, que son los espectros que viven con los quiteños de cepa, que adoran el brillo colonial de sus callejas.
La poesía y la leyenda siempre han ido de la mano, como si se tratara de un enlace entre la maravilla de la imagen y el poder del cuento. Los viejos quiteños, extrañan las calles de balcón y mujeres abrigadas, con gabardinas oscuras, paseando por el Ejido, con sus penas persiguiendo los atardeceres lluviosos y bellos, donde Quito se ponía de rodillas al sol andino.

"...Me voy a inventar una ciudad. Es preciso
fundar un nombre, apenas vísperas
de una capital, como una predicción.
(Yo podría llamarla Imaginada, Abandonada,
Nada). Solamente un sonido que nadie oye
útil para establecer la propiedad
sobre la duración de los resucitados..."

Fragmento, éste, de ese bello libro de Jorge Enrique Adoum: "El dorado y las ocupaciones nocturnas", en donde se dan las pautas poéticas para fundar el peñón feliz de una ciudad imaginada desde siempre. En las montañas, muy arriba del mar, donde las nieves alcanzan el frío recalcitrante, donde los pájaros vuelan muy bajo, donde hay noches oscuras, nieblas espesas, porosas, alucinantes.
Los personajes quiteños, siempre han sido fruto de historias, anécdotas inolvidables, impresionantes en su contenido, abruptas, peligrosas, alegres, tristes, suicidas...
La Torera (mujer dotada de un halo de locura, que la hizo símbolo mágico y anacrónico de un Quito que vivía en la soledad desmesurada, por la graciosa combinación de colores y calidades en la ropa que usaba. Su nombre verdadero era Anita Bermeo. Vivió entre las calles y el manicomio de Quito, y murió en 1984, amando con fruición y locura a su ciudad); El Terrible Martínez (Luis Martínez Cevallos, 1899-1960. Un verdadero "chulla" quiteño, que instituyó el gran anecdotario de la capital, terminando su vida por su propia mano, formando parte del anecdotario, cuando fue a comprar un arma, pidió al vendedor una bala, y se mató, antes de pagar, porque no tenía el dinero). Hitos que hacen de Quito un cuento largo, histórico, soñador. Ulises Estrella, el poeta especializado en Quito, dice de estos personajes en poesía. El poema "El terrible" describe al chulla mencionado:

"...El chulla,
el solitario,
el que no tiene par
escribe pinta canta
con lo mínimo
vive de crédito
para no morir de contado.
El inconstante fabulador
estimula al que yerra,
da posada a los desnudos,
enseña a beber al que no sabe,
está siempre dispuesto
a destruir
la faz de los conformes,
el chulla terrible
no quiere que le entierren junto a un tonto".
Y sobre la torera, el poema "Quiteña Ilusión":
"...Anita,
color de banderilla,
sin toro
ni hacienda
ni casa,
toreando
-paraguas en mano-
todos
los
cuadrados humanos
que voltean la esquina...
Ella
de lo real,
sacaba lo soñado,
así,
su muerte
es vida
vivida
en poesía".

Quito es una ciudad mimada en los Andes. No solo por el canto ni los poemas que se han escrito sobre ella, sino por ese halo de misterio que la entrecruza en las colinas donde se asienta la población. Algo tiene dentro de sus cantos. Hay algo que resalta a las percepciones. Franklín Barriga dice:

"...guardas la suavidad de los gorriones,
la temperancia de los templos,
la excelsitud de la guitarra,
el olor que emana el incensario...".

Toda ciudad grande, capital, centralista, municipal y espesa, se vuelve antipersonal. Se ha perdido el Quito colonial, y ha llegado la metrópoli enferma de modernidad. Euler Granda dibuja el panorama del nuevo Quito, en este poema:

"...No eras del otro mundo
pero eras tú sin cosméticos
sin piezas descartables,
sin paisajes postizos
y en los atardeceres
cuando salían al recreo las campanas,
confundida con ellas
corrías dando brincos
como una perra con una lata atada al rabo.
Quito
transformista,
torera, chulla Pérez,
rastacuera en el norte,
vieja pedorra en el Machangara,
los baldados de la imaginación,
los que todo lo imitan
te han metido en los senos siliconas,
te han agringado,
te han disfrazado de metrópoli,
te han hecho la cirugía plástica...".

Quito: ciudad ahora casi despersonalizada. Ciudad que recuerda la historia, los parajes. Ciudad hermosa, colonial, pura, que lucha contra la modernidad y las consecuencias fatídicas de la misma. Ciudad leyendera, poética, llena de cantos, de valles, de siglos ancestrales y monumentos a sus personajes que hacen de Quito algo más que arquitectura, piedra y plazas. Hacen una ciudad que es personaje, que es hombre y mujer. Que es poesía.

lunes, noviembre 27, 2006

CARTA A RAFAEL CORREA

Querido Rafael:

Tengo miedo. Estoy feliz con tu triunfo, pero ahora me ha cogido ese miedo insurrecto a lo desconocido. Parezco un personaje de Harry Potter frente a un mago negro. El miedo no es por ti, he vivido este tiempo pensando en el triunfo tuyo sobre aquel "pobre" contendor que apenas puede hablar. Y no voy a llover sobre el mojado, porque el "mojado" ya... (voy a inclinarme por un neologismo de ocasión, verbalizaré un sustantivo) bananeó lo que pudo, pero nada. El país respondió como todos quisimos.
El miedo que tengo es porque decidas cambiar tus propuestas. Quiero que seas radical, quiero que no desmayes en tus promesas. Quiero el cambio de verdad. Has la consulta popular, no hables con los congresistas, no dobles el brazo ni las campanas. Sé auténtico como hasta ahora has sido.

Me dan miedo esos discursos difrazados de Patria que tienen algunos políticos.
No firmes el TLC.
No firmes el contrato nuevo para la base de Manta.
No tengas miedo tú (eso deja para nosotros) de que se sienta una revolución en la economía del maquillaje, aquellos números económicos que se escriben todos los días por parte del fondo monetario, del banco mundial. Eso dirán, con eso te atacarán, pero tú sigue, porque eso queremos nosotros, los que apoyamos tu grito contra las haciendas bananeras y las haciendas politiqueras.
He pensado tanto en nuestra historia dialéctica como país, Rafael, que estoy conmovido y emocionado, pese al miedo.
Qué bueno sería librarnos de la malla electrificada de las haciendas de la banana republic.
Casi pasamos a ser el retrato perfecto de Macondo, luego de tantos años de creernos los niños buenos, los pro yanquis, los chicos moll, los come sushi, los in de miami, los caribe surf, los golf boys. ¡Qué asco!
Me decía un profesor que los verdaderos plásticos, los fresa legítimos, no viven aqui, como van a vivir aquí, si aquí la gente odia al país, odia a los otros, aquí, Rafael, la gente va a misa y da la paz y las limosnas y luego sale a "longuear" al mismo que dio la mano.
Como es posible, Rafael, que la gente se inque frente a Jesús de Nazareth, el muchacho este que dio los postulados modernos del comunismo luego de la sociedad primitiva. Este hebreo, este palestino, este judio sería amigo de Chavez, y lo matarían otra vez y peor, los mismos que van a la iglesia, esos que juegan a ser los jai de la jai.
Hay que entrar con firmeza, aquí la gente ya se acostumbró a vivir con niños que piden limosnas en la calle y por eso no piensan en ellos. Es más, les resulta exótico verlos por allí, cerca de los grandes shoppings de las ciudades grandes. No les importa porque son como los árboles, como los pájaros, como las montañas.
Has despertado, Rafael, en mí, una suerte de muerto político. Algo que no entiendo , algo que se apagó hace rato, si es que alguna vez estuvo encendido. Algo que era añoranza cuando oía las canciones de Silvio y Pablo. O cuando cada año leo las novelas de García Márquez, mientras entiendo a la dialéctica histórica.

No quiero por ningún motivo que des tu brazo a torcer. No deseo conceciones. Ya fueron hechas tantas y por tanto tiempo que este país es una bella olla de mierda. Y, como dice una poeta, a la mierda se mandan las estrellas.

Suerte. No me decepciones.

lunes, noviembre 20, 2006

LA BRONCA DE CUEVA Y DONOSO (CON PALACIO EN LA MITAD)

Leo extrañado la tremenda "bronca" que ha suscitado un artículo en el blogs de "Buseta de papel" sobre Pablo Palacio, visto por la lucidez del "quiteñocentrista" Agustín Cueva, probablemente el más importante sociólogo literario de los años sesenta (y, quien sabe, el único), el cimentador del "tzantzismo" y de la generación de narradores de esa generación. En medio del comentario de Cueva sobre la "sobredimensión" de Palacio en nuestra literatura, salta la apasionada voz del sociólogo de Quito contra Miguel Donoso Pareja, un talentoso escritor (poeta sobretodo, aunque la crítica diga que es un "enorme" prosista y un "crítico" de quilates -diría más bien que es un talentoso insultador profesional, a la manera de Montalvo y de Humberto Mata-. Miguel Donoso siempre ha despertado ciertas pasiones contra otros creadores del país: Pérez Torres, Javier Váscones, Alsino Ramírez, Sacoto, etc. han sido flanco de sus mordaces comentarios que, sin tregua, se han regado por todo el "mundillo" literario como una epidemia. Y como a la gente le encanta los insultos, las broncas directas, entonces Miguel está en nuestras conciencias como un valiente principe que lucha por conservar los límites del imperio. Pero tanto Palacio, Miguel y Cueva están más allá del bien y del mal. Ya han tocado las nubes delicadas del Olimpo "criollo" y ya no van a interferir directamente en nuestra visión.
Creo, como Cueva, que es muy bueno desmitificar a los grandes escritores. Esto ha sido trabajo también de Donoso Pareja: ha aplastado a los mitos hasta las últimas consecuencias, los ha pulverizado y, luego, -esto es lo que siento- se sienta a ver si vuelven a volar.
Por favor, amigos, estamos en el Ecuador, un país que hace lo que la comidilla dice, lo que, según Francis Bacon, el gran filósofo inglés llamaría: los ídolos del mercado. Nos dejamos llevar por lo que oímos. Me parece bien que Cueva haya dicho lo que haya dicho. Y que Donoso defienda a Palacio. Creo que Cueva y Donoso tienen razón, los dos por igual. Lo que me causa cierta risa socarrona es pensar que por la publicación de este artículo se quiera hacernos pensar que los "presentadores" del artículo tienen algo de truculenta venganza con Donoso, pienso que eso si es caer en la peor de las enlodadas charcas del provincianismo. Y, probablemente, no faltará quien diga que estoy hablando así, atacando a Donoso, porque alguna vez él también se metió con mi obra. Otros dirán que defiendo a los buseteros y que por lo tanto hay algo oculto allí. Y tantas cosas que se dicen. Por eso no me gusta intervenir en este tipo de discusiones blogeras.
Donoso y Cueva son figuras polémicas de nuestra literatura. Son apasionados públicos que enriquecieron el pobre panorama literario con sus reflexiones, y hay que respetarlos y leerlos con pasión crítica, pero sin buscar la quinta pata al gato. Palacio sigue en nuestras lecturas. No es obligación que nos guste.
Hay que saber diferenciar el "borreguismo" del gusto al verdadero gusto. Siempre se cae en el canon, aunque intentemos hacernos el quite. Y eso si me parece terrible. Angustioso y terrible.

domingo, noviembre 12, 2006

UNA PERLA: "ODIO A SABINA POR NERUDA"

Leo, extrañadisímo, en la página de Eduardo Varas, en los comentarios, a propósito de Sabina, un recado en donde el escribiendte confiesa que odia a Sabina y a todos los trovadores latinoamericanos porque citan a Neruda. Luego, los comentaristas se ponen a indagar en Sabina las citas y se llega, entonces, a la conclusión de que ahora odiarán a Sabina y no le perdonaran "ese desliz".
Me pareció un poco gracioso, resulta casi la misma idea, que ahora está de moda, de decir a la gente "comunista", como un adjetivo peyorativo, y asustarse como si el comunismo exisitiera o hubiera existido alguna vez.
Neruda debe representar para estos lectores "posmodernos" y repletos de cliches esa parte de la izquierda trasnochada pero, pésele a quien sea, su poesía sigue viva, más viva que cualquier discurso posmoderno, digo yo.
Es como si alguien se pusiera a "sacarle el sucio" a García Márquez o a Joyce o a Faulkner. A ellos qué les puede importar eso si ya están más allá del bien y del mal. El sucio se saca haciendo obra. Sobre ellos, siempre sobre esos cimientos enormes y terribles.
Recuerdo que en un periódico de la capital, hace muchos años, un periodista cubano despotricó, en un artículo, sobre García Máruqez y su literatura "izquierdoza". ¿Qué intentaba el señor? El gusto nunca va precedido de una estética objetiva, sino de algo personal. Qué aporta aquello. Lo único que consiguió, que pese al fin es gracioso, es ser despedido del Diario debido a que el director del periódico era un socialista de cepa. Qué pensaría el joven cubano, que García Márquez leyera su texto y sus "consejos" fueran seguidos al pie de la letra.
Albeerto Fuguet odia a García Márquez pero no se ha encargado de despotricarlo si no de concebir una nueva obra que conlleve a librarse de ese fantasma enorme que es el realismo mágico y que tanto mal causó a los seguidoeres de Márquez, tratando de alcanzar la cumbre de su novela.
Alguna vez un pgran poeta ecuatoriano no incluyó en su antología a otro gran poeta por haber "trabajado en el gobierno de Febres Cordero". Así tampoco es el juego. Hay que ser limpios. Los gustos de unos no deben influir sobre las artes de nadie.

Volviendo al tema central, lo gracioso es el odio a Sabina gracias a que él ha leído y le gusta Neruda (y también García Márquez de quien es muy amigo).
Yo no soy ni comunista, ni socialista, ni nada por el estilo, pero como diría otro de mis gurus y maestros, Joan Manuel Serrat: "Si buscar la justicia para todos, querer que todos tengan un techo, comida, servicios de salud, si eso es ser comunista, entonces yo soy comunista." Y tambien lector de Neruda. Si eso es pecado, pecador soy.

SABINA EN CUATRO TIEMPOS

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Caminando con un amigo por la calle Relatores del viejo Madrid, con cierto temor, porque ya nos acercábamos al número de la casa donde, según me había dicho Luis Eduardo Aute, vive Juaquin Sabina. Mi timidez y la de Pedro, mi amigo de Torrelodones, invadian las calles de la ciudad vieja, del Madrid de los Austrias, como se llama a esa zona del casco histórico de la capital española. Quería entregarla a Sabina un poema en base a un verso de una de sus canciones (de cualquiera, a la larga, Sabina es poesía), además de libros del Ecuador. Al fin llegamos, pero vimos raro el lugar, no era una casa, con un timbre, sino una especie de Villa con jardin y a lo lejos una puerta semi abierta. Pedro entró, yo no me atrevía a romper el mito de mi héroe. Tomó los encargos y fue a darselos a quién esté en la casa para que a su vez, éste le pase a su dueño real. Al salir me dijo que mejor que no haya entrado porque quien recibió los obsequios fue una fría secretaria quien dijo, como en cualquier oficina burocrática, que Sabina no está y que los dejé para entregárselos. Luego añadio mi amigo Pedro que si yo quiero conocer a Sabina, él me tiene una sorpresa. Yo no sabía a que se refería, de Sabina conozco todo, sus libros, sus dibujos, sus videos, su música, su poesía, su anti poesía, su cercanía a Quevedo, su filología, sus historias de amor, su ciudad amada y su ciudad natal. Todo, he vivido aprendiéndome las canciones de él como si fueran catesismo. Solo faltaba conocerlo a él. Fuimos, entonces caminando y entramos en un bar de copas. Pedro pidió una ginebra y yo una caña de cerveza. Lo tomamos con una tapa de pulpo en aceite de olvia balsámico y entonces Pedro dijo al mozo: ¿Hombre, Sabina viene por acá...? A lo que el camarero respondió: ¿Tío, ningún bar de copas de la zona ha dejado de ser visitado por el cantante, claro que viene... y cuando lo hace, tenemos que cerrar... Pues ya está, dijo Pedro, Cuentele a este (refiriéndose a mí) que hace ese canalla... A lo que respondió el mozo: Y qué va a hacer, pues nada, tomar, fumar, es un hombre, tío, un hombre, nada más... Pero yo me niego a ello. Sigo fabricando el mito. Hombre ahora es cualquiera. Hasta Alvaro Novoa puede ser considerado hombre. O revalorizan la palabra o Sabina es Dios.

2

Hace diez años, en el Concierto "Todas las voces todas" debieron estar, probablemente, lmuchas de las mismas personas que fueron ayer al concierto de Sabina, digo las mismas, para decir que hay público bullente por este cantautor, sin embargo, hace diez años Sabina pasó desapercibido por Quito, tanto así que recuerdo cuando cantó Quien me ha robado el mes de abril y él, acostumbrado a que su público sea su coro seguro, callaba para que Quito cante aquello de Lo guardaba en el cajón, donde guardo el corazón pero Quito no cantó nada. Quito quería Silvio Rodríguez, Quito esperaba a Fito Paez, a Luis Eduardo Aute y a la negra Sosa. Juaquinito, entonces, montó en colera y gritó a Quito una de las frases más terribles, para el corazón de un fan, luego de que el coro era tan tenue que no se avanza a oír: ¡Canten coño! Así gritó el maestro. Ayer volvió a cantar la canción y el coro alcanzó a Eco, mucho más que cualquier Narciso.

3

No estoy de acuerdo que el disco Enemigos Intimos sea lo mejor que ha compuesto Joaquín Sabina. Los que conocemos los intersticios de su musicalidad, sabemos que es lo más postizo de su carrera. Sabina escribió pensando también en Fito Páez, en su modulación de voz, en su sensibilidad musical. Creo que Sabina en Enemigos íntimos es de lo menos auténtico que ha hecho. Sin embargo todos sabemos que a Sabina no podríamos pedirle que componga algún "adefesio", sería como pedirle "peras al olmo". Pero su auténtica voz, su verdadero ritmo, su letra legítima vene libre de aparatos y de trastos. Yo siempre seré fiel a Sabina sobre Páez, a quien creo un extraordinario músico y un gran compositor, pero Sabina es el universo. Páez es una galaxia.

4

11 de Noviembre del 2006. Joaquín se va a hundir en Quito como el Titanic. Así es la concepción de su gira ultramerina, como la de Rubén Darío por el modernismo. Dice que le falta el aire, que podría cambiar su bombin por un sombrero Panamá que no es Panamá. Juega, gesticula, produce unas emociones en un teatro repleto que asusta. Sabina es el rey. Veo a muchos adolescentes que toman cerveza y cantan algún coro de una canción más famosa que el agua, como y nos dieron las diez, Princesa, contigo o luna de miel. Veo a gente que lo ama de verdad, que lo ha explorado de verdad, que ha leído sus poemas, que ha medido sus endecasílabos, que ha sentido la fuerza de sus metáforas y que, como yo, ha llorado cuando lo ha escuchado cantar en vivo, luego de 10 años a su maestro, como Zeze, el niño de la bellísima obra de José de Vasconcellos, Vamos a calentar el Sol, el mismo que desea adoptar a un padre imaginario, y adopta a Maurice Chevalier, el actor francés, y entonces conversa imaginariamente con él y el viene a sus sueños. Hasta que una vez, Chevalier llega a Sao Paulo a promocionar una película y entonces Zeze corre en su busqueda, pero cuando lo ve de frente, obviamente Chevalier no se inmuta. Entonces Zeze, decepcionado, no puede entender porque el actor no le dice nada, mientra Zeze resuelve pensar en Chevalier como alguién frío, sin sospechar siquiera que es su padre. Así el maestro, de lejos, contigo Juaquín. Esperando que te hundas y que hundas. Yo naufragaré simepre fiel a tu música, maestro.

martes, octubre 31, 2006

Un 31 de Octubre, una poeta...

El 31 de octubre suele ser la fiesta "criolla" de walloween en nuestro paisito. Los adolescentes y los niños festejan y se divierten. El patrioterismo chauvinista obliga a que se haga mención al Dia del Escudo Nacional. Hoy es el día de este símbolo patrio y se trata de que con esta fiesta cívica, los adolescentes cambien su fiesta de importanción americana (¿?).

Mi recuerdo del 31 de Octubre la tiene una mujer. Una guayaquileña a quien quise mucho. El cumpleaños de una poeta muy querida llamada Ileana Espinel. Ella nació el 31 de octubre de 1933. Gustaba de celebrarse su fecha, aludiendo a lo de bruja y a lo de escudo. Ileana era incomparable. Su exquisita conversación, su calidez de anfitriona de mundo y su alto criterio frente a la poesía nacional le daban un encanto único. Mimada y temida por sus amigos, Ileana, la hipocondriaca Ileana, hizo de su obra un verdadero paradero para el que quiera conocerla. Siempre en esta fecha me acuerdo de ella. La llamaba por teléfono en este día. Era muy conocedora de las últimas novedades editoriales y era muy enriquecedor compartir con ella. En su casa siempre habían visitas que traían novedades poéticas: Nany Cazón, Carlos Eduardo Jaramillo, Rodrigo Pesántez, Ana cecilia Blum, Sonia Manzano, Josefina Egas, y su hermano, Gonzalo Espinel, entre otros, eran los contertulios de su fino humor, de su sacra ironía. Ileana, aún el ecuador te debe una lectura verdadera de tu poesía.

En el último encuentro de Literatura en Cuenca hablé sobre una panorámica de la poesía femenina en el Ecuador. Ileana es, sin duda, un faro en el tema. La gorda Ileana, a quien este día la he recordado mucho y le guardo todo mi cariño y admiración, porque considero que su poesía es única y debe ser leída y valorada como la que más.

Aquí presento un fragmento de mi estudio sobre su obra:

ILEANA ESPINEL (Guayaquil, 1933-2001) publicó Club 7 –coautora- (1954), Piezas líricas (Guayaquil, 1957), La estatua luminosa y Poemas escogidos (Caracas, 1959), Triángulo -coautora- (Guayaquil, 1960), Arpa salobre (Caracas, 1966), Generación huracanada -coautora- (Guayaquil, 1969), Diríase que canto (Guayaquil, 1969), Tan solo trece (Guayaquil, 1972), Poemas escogidos (Guayaquil, 1978), y, Solo la isla (Quito, 1995).
Seguidora en estirpe poética de Doña Aurora Estrada y Ayala, Ileana, en su ciudad, dejó, para las generaciones posteriores, un trazo de finísima poesía, recuperada por Sonia Manzano, Maritza Cino y Carmen Váscones.
En Junio del año 2000 se publicó en España su “Breve Antología” (Alandar, Cuadernos de poesía No. 12, Barcelona), preparada por el poeta español Francisco Lucio, quien en el prólogo que encabeza dicho libro dice:
…antes de su aparición (de la de Ileana) apenas podía el Ecuador presentar más nombre de importancia, entre las mujeres poetas, que el de la posmodernista Aurora Estrada, después de la revelación de Ileana Espinel, aunque no sea tanto por la vía de la influencia directa cuando por la del ejemplo poético; es decir por la vía de la ejemplar dedicación a la creación de una obra poética del más alto rigor…
Fue Lucio quien puso a relucir la figura poética de este mito de las letras: templado y parco. En la antología figuran sus más conocidas “piezas líricas”, aquellas que se dejan leer a pulso y a las que el poeta brasileño Carlos Drummond de Andrade se referiría como una alta y emocionante revelación de poesía.
Ileana escribió poco, siempre cuidó el verso, como si se tratara de una escultura de cristal, en la que hay que pulir y pulir hasta conseguir el brillo perpetuo. Sus poemas (consonánticos y estróficos) son de la mejor factura lírica que ha dado el Ecuador en este siglo, en la voz femenina. Espinel siempre fue muy exigente con su producción. Su verso es figura de la síntesis, un rasgo que muy pocos poetas lo han conseguido. Su precisa versificación se reparte en las catorce líneas del "mimado" soneto clásico. Pocos poetas contemporáneos han sabido dominar lo estrófico y la consonancia, frente a la vanguardia. Espinel maneja una imagen severa que desemboca en la ternura (hermosísimas antítesis que han sido las formadoras de su estilo). La tenaz ironía y el sarcasmo, que sacude al lector de sus versos, deja un sabor a nostalgia feliz.
El ritmo en la poética de Espinel es, primeramente, inconfundible. Después, cadencioso, y aunque tiene algún desvío hacia figuras románticas y anacrónicas, esas formas, también, son símbolos de su ironía y, por lo tanto, recursos de firmeza en su palabra.
Las contradicciones (paradojas de patética suavidad) se exponen en versos de impacto:

Podría ser la luz, mas es tan solo
el madero que flota del naufragio
(Imagen del amor).

Ella es firme ante las formas clásicas y el discurso vanguardista. He aquí un terceto endecasílabo que dibuja lo expuesto:

La soledad del árbol sin ramaje,
la del viento que sopla en el paisaje
donde concluye la ilusión de todo.
(La soledad postrera)

Pero su mayor importancia dentro de la lírica nacional no es solamente por sus aportes significativos a la renovación del verso clásico, sino por una extraña temática que se dejó ver en sus más logrados poemas: La poesía de la enfermedad. Y esta es una poética novedosa en nuestra lírica. En estos textos, la voz poética está enferma, siente agonía, y entonces la muerte prematura es el seguro camino. Esta poesía hipocondríaca nos conduce al recurrente tema de la soledad. La de Ileana es una poética muy personal. Considero que su poesía necesita ser reconocida en su exacto valor. Los poemas más extraños y más íntimos de su obra, son aquellos en donde se hace alusión a la medicina que la voz poética canta como si fuera una musa o un cisne modernista.
El soneto “Valium 10” termina diciendo:

¡Ah, pequeña pastilla milagrosa
Que levantas mis nervios de su fosa
Con un responso de dopada fiesta!

O su originalísimo poema “Dislate con pastillas”, que es uno de sus “clásicos”, dice:

Pertranquil
Esencial
Pankreoflat
Flaminón
Peridex
Baralgina
Tioctán
Persantín
Buscopax
Ingapirina
Mosaico adocenado
Del templo drogadicto
Que oficia diariamente
En mis entrañas
(todo para que el hígado
El insomnio los nervios
El músculo cardíaco
Los dedos que hormiguean
Retracen los relojes
Que marcan sin remedio
El infallable paso vencedor de la muerte).
La lírica de Ileana siempre fue grandilocuente. Una lírica que empezó despidiéndose. Volviéndose eco de la muerte en carne viva. En viva imagen. Los motivos poéticos cambian en ella. Hay veces que su poética regresa a ver el camino común de la poesía social, y entonces, aunque tratando de huir del fácil cartel, cae en él, y cae con razón, porque la época lo ameritaba (y lo sigue ameritando aún). Aunque esa poesía se entierre en el olvido, la poesía de Ileana es una novedad, cuando, con esa chispa de humor corrosivo y negro, con esa ironía punzante de fauces desgarradoras, extrae enormes zarpazos de estupenda lírica humorística, que se enlaza con tristísimos versos, en donde se deja ver la preocupación del oficio y de la época. El poema “El practicismo práctico” se enmarca dentro de este sendero brillante que aún no se descubre a cabalidad en Espinel:

El practicismo práctico sugiere que me case
con un buen comerciante
/.../

Mi madre de mi alma
está de acuerdo en esto.
Y lo mismo mi abuela,
mi tía,
mi cuñado,
mis dos lindos hermanos
y todos los amigos de mi querida gente...

De la raíz más honda del practicismo, brota:
"Ileana, un comerciante... ¡Un comerciante, Ileana!".
Pero Ileana,
la tonta,
la lírica,
la loca
se casa
-si se casa-
con un poeta pobre.

De enorme visión crítica, y gran lectora de poesía hasta el día en que murió, Espinel siempre desarrollo una poética de las cosas. Diría más bien de los hechos que tienen que ver con la vida, pero con lo ideal de la vida. Su poema “balance mortal”, un texto con sórdidas imágenes que expelen como figuras patéticas de indudable calidad, se dejan leer en este texto: "Alma y carne gimiendo un féretro esperandoa veces sin almuerzo otras veces sin cenapara honor de la glándula que engorda mi osamenta tres litros diarios de agua de boldo para el mal que detiene mis pasos que siembra mi antológica mi suave piel nevada de verdes rosas lívidas".

domingo, octubre 29, 2006

DOS BELLOS LIBROS EN MI ESCRITORIO

Dos bellísimos libros de poesía he recibido esta semana con una emoción verdadera. Los dos son libros que contienen una poesía reunida por los años y las experiencias de sus autores. La poesía del poeta riobambeño Manuel Zabala Ruiz, publicada en las bellas ediciones de Poesía junta en la casa de la Cultura, en su número 5.
El poeta Manuel Zabala Ruiz siempre ha permanecido en un anonimato extraño. Su obra parquísima y trabajada hasta la saciedad la hemos conocido en solo cuatro libros. Su Obra Poética Completa, publicado en Libresa hace ya ocho años, fue el punto para que Zabala sea reconocido en el país. En dicho libro, que tuve la suerte de editar, se publica prácticamente toda su obra. El libro de poesía junta trae unos 20 poemas nuevos que se han dado desde ese tiempo hasta ahora. La parquedad y la madurez de la poesía de Zabala, la mínima obra poética de este autor único, humilde hasta los límites de la carencia de vanidad, ese aplomo de hombre recto lo hacen POETA de verdad. Me ha extrañado que en la solapa del libro de Poesía Junta que se llama como su primer libro "La risa encadenada", pero que en las páginas interiores figura el nombre como Obra póética completa, se escriban títulos de los libros de Manuel Zabala que nunca se han publicado. Me sueña extraño, ya que conozco tanto la poesía de Zabala y a él mismo, encontrar que figuran como su bibliografía las partes en las que él, en 1998 dividió su obra. Creo que debería haber más cuidado en la Casa de la Cultura para no cometer estas equivocaciones tontas. La poesía de Manuel Zabala está absolutamente reafirmanda en la poesía de nuestro país y de América. Zabala es un caso peculiar y único. Pocos han sabido manejar a la perfección la métrica y la rima pero con figuras estilísticas contemporáneas. Su poesía es una isla en el Ecuador.

El otro libro al que me refiero es a AJUAR DE CAL de Eduardo Villacís Meythaler. Bellísima edición cuidada por Nicole Ruam, la entrañable compañera del poeta Jorge Enrique Adoum, que se embarcó por los caminos de la edición desde hace unos tres años. Villacís, como Zabala, no han sido poetas del mundillo, han sido parcos a veces en exceso y no han sabido "autopromocionarse" en las palestras de la escritura de nuestro país. Sin embargo la poesía de ellos sale sola. Y esto si es verdad. Esta poesía se presenta hermosamente editada, con bellas ilustraciones de su hijo.
La poesía de Villacís Meythaler me gustó mucho desde que la conocí. Hace muchísimos años compré su bello libro titulado "Dieta sin sol", que esta en la Colección Básica de Escritores Ecuatorianos de la Casa de la Cultura. Su poetica tiene una referencia en el tema de la enfermedad. Villacís es médico cardiólogo de gran prestifgio en Quito. Esto ha permitido a esta alma sensible recoger las experencias del dolor de la enfermedad, de la lucha con la muerte, pero sobre todo de la lucha del galeno frente a la responsabilidad del dolor. Es algo así como la misma poesía o como lo cataloga Adoum "dos veces médico del corazón". Ileana Espinel y Eduardo Villacís Meythaler pieso que son los dos más grandes poetas del Ecuador que han tomado el tema de la enfermedad como un tema poétizable y lo han sabido hacer con absoluta paciencia y con verdadera poesía.

Dos libros con poesía y con poetas fuera del canon. Eso es lo importante. Estos dos poetas no pertenecen a ningún mundillo. no han sido consagrados en universidades ni son los "gurus" de ningun grupo. Son poetas y están libres. Y ya tienen sus años.
Y el lector debería homenajearlos en vida. El homenaje es simple: hay que leerlos.

jueves, octubre 26, 2006

Los Tiempos de la Crisis

Siento que una crisis se va a acentar en nuestro paìs. Los tiempos de crisis sirven siempre para pensar. En esos tiempos se desarrolla siempre la bonanza del pensamiento. Las vacas flacas siempre nos hacen pensar en vacas gordas, en otros caminos.
Pienso que le hace falta al Ecuador analizar la figura del ave fenix mitològico. "De las cenizas renaceràs". Del fango creceràn narcisos blancos que poblaràn de belleza los nuevos tiempos.
Nuestro malestar frente a la visiòn del Paìs en los pròximos años, sin un cambio definitorio, sin un verdadero sendero en donde se vean resultados nuevos, nos harà madurar. Hacia allà vamos, hacia la crisis. Un duro dolor de vida nos espera y en este tiempo debemos pedir que cada zapatero forje su mejor zapato.
Siempre me han dicho que cuando uno està enamorado no debe escribir. Debe esperar los momentos duros para fortalecer su lenguaje, para medir su creatividad en seco y no en la humedad del amor que siempre conduce a los peores efectos. El amor es el poema, es la felicidad. Y con felicidad no se crea, a lo mejor y hasta se recrea, pero nada màs.

En crisis se han escrito las màs grandes obras y en crisis se han forjado los màs altos pensadores y filòsofos. De las grandes dictaduras han salido los màs enormes ejemplares de la escritura. De las màs horrendas crisis econòmicas y sociales, de los paìses envueltos en los màs energumenos poderes se han formado la màs sofisticadas vanguardias que hacen cambiar el canon de vida y de arte.

El dolor es creativo. Siempre. Solo del dolor uno puede purgarse con arte, con creatividad, con ingenio.

Estoy buscàndole el consuelo a nuestro dolor como naciòn. Sin crisis no hubiera nacido la generaciòn del 27 y Cernuda no hubiera escrito su màs honda y terrible poesìa, ni Huidobro hubierase creido Dios, ni Neruda se hubiera entregado a la misiòn de poetizar a las cosas. Por las crisis terribles de Colombia, este paìs se ha volcado a recuperar su naciòn con fuerza y vitalidad.

Los ecuatorianos todavìa vivimos el letargo de la nada. Recuerdo el nombre de un poemario de Vicente Robalino que se llama "Pòngase de una vez en desacuerdo". Creo que ese es el tìtulo que este paìs merece en la actualidad. Todos estamos de acuerdo con la nada. Lo que parece ser no es. Lo que gritamos se borra con el codo del grito. No hay posiciòn antagònica. Todos estamos en el mismo barco, en las mismas aguas del rìo de Heràclito.

La crisis a lo mejor nos salva.

lunes, octubre 16, 2006

la radiografía de la Patria

Ayer el país se declaró ignorante. Y es penoso decirl. Porque, más que en un candidato, yo tenía fe en el país, como tal, en que al fin, podríamos ponernos de acuerdo y romper con el yugo de los de siempre. Pero no. El señor Noboa y su chequera está primero y esto es lo que me hace reflexionar sobre una tesis que tenía la esperanza de que sea falsa: un país ignorante es ingobernable y terco (esta tercero Gutierrez). No puedo creer que Alvaro Noboa esté primero. No me cabe en la cabeza esta situación. Un hombre que apenas articula palabra, que en su contextura física ya se puede notar un cierto mal congénito. Que su nivel académico es visiblemente carente de sustento y que sabemos que es el hombre más rico del país, el gran gamonal de la explotación, el quiché de los oligarcas, el niño rico que quiere jugar al presidente porque ya ha jugado a todo lo demás.

No entiendo al país. Las elecciones son, sin duda, el verdadero índice de lecturabilidad en este país. Si en el Ecuador no se lee, las elecciones nos han comprobado efectivamente esta situación. La gente no lee nada, la gente es el lobo de la gente, ahora sí, de manera real. Qué pena de país, que desolación.

Aquí cabe un verso terrible de una poeta ecuatoriana: "El mundo a esta maldita hora no está para poesías". Y es verdad. La elección es el espejo de la Patria, y la Patria está enferma, porque vive en la ignorancia, porque no puede leer porque, a lo mejor, el hambre se instala en su organismo más que la gana de leer.

El Ecuador está creyendo que un rico va a ser rico al resto. Hay que leer historia, hay que leer filosofía, hay que entender un poco el proceso en base a la historicidad. La cosa no es rosa.

Ahora sí que mi apoyo es indudable para Rafael Correa. Y no importan los bananazos que reciba. Tengo tanta lástima por este país que los recibiré y hasta es muy posible que me los coma.

lunes, septiembre 25, 2006

AMINTA

Aminta Buenaño presentó su libro en Quito. Una gran organización por parte del Área de la mujer de la Casa de la Cultura. Las intervenciones críticas estuvieron a cargo de Viviana Cordero y Leonor Bravo, quienes fueron madrinas de dicho evento. Toty Rodríguez con melodiosa y sugestiva voz hizo que el oyente entrase directo a los cuentos femeninos del libro de Buenaño "Mujeres Divinas". Me encantó conocer personalmente a Aminta. una mujer equilibrada, que conoce lo que hace y lo hace bien, con absoluta responsabilidad y con verdadero amor por las palabras. El texto de Viviana Cordero fue soberbio. Lamento no poder decir lo mismo del de Leonor Bravo, escritora de literatura infantil. Un selecto grupo de personas escuchó a Aminta en el bellísimo tearo Prometeo de Quito, mientras ella y sus amigas escritoras y actrices hablaban, solo habitaba el silencio. Un enorme respeto y una enorme afinidad por su discurso se dejó notar. Bello recado el de Aminta. He leído algunos de sus cuentos y los encuentro encantadores. Fue placentero su presencia por este Quito que ya se prepara para llover. Pero si así llueve, que no escampe...

sábado, septiembre 16, 2006

EL DIOS DE LA MEMORIA DE CARMEN SOSA

Las doce historias que contiene este libro corren airosas como libres jilgueros, cantando a viva voz el triunfo del verdadero cuentista: Haberle puesto el punto final a su narración luego de luchar por la condensación, la tensión y el esfuerzo. Como buena poeta que es, Carmen Sosa Cevallos, lleva estos textos por los derroteros más líricos del paisaje interno de los personajes que viven y pueblan estas historias que se afirman a la tradición de la narratología.
Algo de tristeza hay por estas líneas; algo de añoranza, pero se respira libertad por todos los costados, y se vive en el texto: se respira al aire de los personajes. El lector es casi un actor más de estos delicados y cuidados relatos en donde se hace notar una voz nueva que quiere contar, así, con la humildad con que Homero creo la ficción y nunca pudo dividirla de la realidad. Ni más ni menos.

Carmen Sosa publicó en el año 2004 su libro de poesía "Un océano en la piel". Es Doctora en Letras y Literatura y Profesora.
Aquí una muestra de su trabajo.

Teorema para el final de tu tiempo


A Toñito García Sosa
En realidad no entiendo hasta ahora por qué la gente dice que estoy loco. Mire, señor juez, ese día estaba ya a punto de enloquecer. Pero solo a punto. La verdad es que a mí me cogió la tristeza, la nostalgia, la angustia en el punto más débil de mi ser... Tendría que contarle antes algo sobre el lugar en donde me hallaba. Era un cuarto pequeño, oscuro, tan oscuro que para que entrara el sol yo debía salir. No contaba con una sala ni dormitorio ni desván ni nada. Un solo cuarto, Señor Juez, uno solo.

Mi sombra inquisidora era mi único reflejo porque además tengo terror a los espejos, entonces no quiero jamás a uno cerca de mi figura La cuestión es que en ese adorable silencio, el tic tac del reloj me acompañaba siempre. Hasta casi podría decir que me acostumbré a él y por años estuve pendiente de limpiar el polvo y la telaraña que de vez en cuando se posaban sobre él. Al mismo tiempo, Señor Juez, que yo compraba el pan para mi café nocturno, compraba pilas para su vida, pero después, señor juez, como todo cambia, también cambió mi tolerancia hacia él y, poco a poco, empecé a odiarle, aprendí a despreciarle y le dejé ahí, lleno de polvo, lleno de telarañas, lleno de desperdicios y excremento de los moscos, le dejé ahí pero, señor juez, las pilas jamás se apagaron, siguieron haciendo caminar ese maldito horero y ese minutero que se llevó toda mi ira y a cambio me dejó toneladas de angustia.

Yo no sé, pero esa rara eternidad de la vida de las malditas pilas debió haber sido hechura del diablo, quien más, señor juez, quien más que el diablo que rondaba el hueco en el que vivía.

Esa noche, señor juez, era la décimo segunda vez que conté mi noche de insomnio. Ya no era posible. Entonces, en un ataque de cordura, levanté mi mano poderosa y arranqué el reloj de un solo tirón de la pared. Era de ver como cayó pesadamente sobre la tabla irregular de mi cuartucho. Entonces ahí empezó todo. Primero di golpes en la mitad de su cara, luego cercené sus orejas, con toda la venganza arranqué de su redondez la epidermis de sus horas y sus números se fueron al carajo. Pero la necedad de este reloj señor juez, era tal que seguía sonando su maldito tic-tac. Tic-tac, tic-tac, en mis oídos, tic-tac en mi piel, tic-tac en mi memoria, tic-tac en mi conciencia, hasta cuando arranqué su horero, minutero y segundero empecé a saltar sobre lo que quedaba de su cuerpo hasta verlo convertido por fin en miles de trozos. Solo cuando experimenté su silencio profundo pude respirar tranquilo. Pero, señor juez, a la final fui condescendiente con él, porque, vea, con una escoba recogí sus desperdicios de tiempo y los deposité en una caja, fui al cementerio y le otorgué un funeral digno, acorde a su función. También el reloj de la torre del parque acompañó su entierro con su música. Fue un acorde hermoso de seis campanadas que retumbaron la paz del panteón y estoy seguro que llegaran hasta el cielo acompañando su viaje final.

Yo creo, señor juez, que no podía ni tenía derecho a pedirme más. Ese día, para mí, se convirtió en el más feliz de mi pobre existencia y hasta las margaritas que llevé olían diferente.

Hoy son tres meses de tal acontecimiento y las cosas siguen siendo raras, señor juez, tan raras que, de un tiempo a esta parte, yo no logro olvidar la vida y existencia de ese maldito y querido reloj. Es como que en cada noche su recuerdo vuelve a mí y en muchas ocasiones he sentido su presencia.

Mire usted, en algunas ocasiones he vuelto a ver al reloj. Siento que se sienta junto a mí, que se acuesta junto a mí y hasta que, de vez en cuando, levanta mi sábana y se dedica a halarme los pies. Siento, señor juez, que él no descansa finalmente. La otra noche pasé por la iglesia y le pedí al padre que diera una misa en honor a su memoria, claro, él, inicialmente, se negó, pero a la final lo hizo, y le dedicamos unas cuántas oraciones a mi inmemorial reloj, fiel cómplice de mi forma de matar el tiempo, víctima de mi ataque de no hacer nada, reloj, ex cantador del tiempo que pasa sin volver, cajita de recuerdos, soportadora de mi más grande crimen.

Pero ni con esas, señor juez y, mire, ese tic-tac sigue en mi conciencia. Entonces yo creo que con su música me está exigiendo que venga hasta usted y confiese mi crimen, para que sea usted quien finalmente decida mi destino.

En todo caso, señor juez, usted se servirá leer mi expediente y, si es el caso, aplicar todo el peso de la ley.

Aquí tiene usted. Mi declaración se titula “ASESINO POR DESESPERACIÓN”. Me acuso ante usted y ante todos los relojes del mundo.
Quedando usted En libertad de cambiar el nombre de mi denuncia en la forma que usted creyere conveniente.

En sus manos y con su venia, señor juez.

El juez tomó la palabra: Administrando justicia en nombre de la República y por Autoridad de la ley he quedado enormemente sorprendido al escuchar su declaración de carácter oral, por lo que ha sido necesario recurrir a su declaración escrita para llegar al fondo de todo lo ocurrido. Más, por muchas lecturas que he realizado, no encuentro justificación alguna a su grave falta. El orden de los acontecimientos sucedidos determinan su alto y total grado de culpabilidad. Pues no concibo como es posible que usted haya tenido la astucia y osadía de atentar contra un ser completamente sano y normal; un ser que gozaba de todas sus facultades físicas y mentales y haya atentado contra él propinándole un terrible sufrimiento hasta causarle su muerte. Deberá usted saber y aprender que la vida y el tiempo que él representaba son, por demás, sagrados.

Por tanto, y apoyándome en el artículo número 450 del Código Penal vigente, en su totalidad. Y, además, por contravenir en los incisos 1 y 2; que en resumen se refieren al asesinato con alevosía y ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido, en mi calidad de Juez de la República que usted pisa, y a las 21 lunas de un mes por demás sombreado, le otorgaré mi sentencia.

Le solicito ponerse de pie para escuchar:

Por su actuación ha sido usted declarado CULPABLE y le condeno a 12 años de intensa recolección de relojes dañados para su total reparación, para que ellos vuelvan a la vida con su salud restablecida. Además deberá usted prepararse durante todo este tiempo en técnicas sicológicas, a fin de que la salud mental y psíquica de estos bien logrados aparatos no sufra resquebrajamiento alguno y puedan formar parte de la sociedad como seres normales.
Con la facultad que la Ley me otorga doy a este juicio penal el carácter de “Cosa Juzgada”.
Notifíquese en su Casillero Judicial y publíquese en todos los medios de información de mayor circulación del país, para sentar firmes precedentes .
¡¡¡HE DICHO !!!

martes, septiembre 12, 2006

NOVEDADES DE ANGEL

El Sello ELANGEL Editor prepara novedades para fin de año, por eso mismo no he podido escribir en este tiempo en el blog, pero ahí les va algunos avances:

En la Colección "El Angel terrible" presentaremos el nuevo libro de Iván Oñate, un bello tomo con una poesía madura y fresca en base a una propuesta bien interesante.

La poesía de Franklín Ordoñez, un bello libro de amor y desgarro. Un mínimo tomo que está a las puertas del horno.

Los monologos de Viviana Cordero. Las últimas obras de teatro que fueron dirigidas por el escritora saldrán en un solo tomo. Las femeneidades distintas de María Magdalena y la Torera, personajes discimiles que Viviana hace hablar.

Por otro lado en la Nueva colección BOLSILLO DE ANGEL aprecerán:

La tercera edición del "El teatro de los monstruos" y "El paraiso de Ariana" de Viviana Cordero, así como "Todos los cuentos" de Elsy Santillán Flor.

Nuestro nuevo formato de bolsillo entra con pie bueno al mundo del libro.

Y ya circula fuera de colección el libro "El dios de la memoria" de Carmen Sosa Cevallos, que será presentado el día Viernes 15 de septiembre. Las apreciaciones críticas estarán a cargo de Soledad Córdova y Galo Mora Witt.

viernes, septiembre 01, 2006

LA TOYA TOBAR

Victoria Tobar,(ambateña 1943), escritora, activista y ejecutora cultural por más de cuatro décadas, colaboradora en la prensa hablada y escrita, como editorialista, articulista; participante en innúmeros recitales poéticos, en coloquios, paneles, incursiona también en el cuento, el relato, tiene seis poemarios publicados. Directora de la CCE Núcleo de Tungurahua, miembro de la Casa de Montalvo. Su último libro “Poesía despeinada” ha sido publicado bajo el sello editorial ELANGEL Editor, en la Colección “El Angel terrible” No. 3. A continuación una muestra al azar de su poesía:

Escena íntima

El fuego está dentro
retozando en una chimenea.
Afuera llueve.
El fuego está dentro
retozando en la piel.
Un gato ajeno a todo duerme.


Nocturno pequeñito

La noche
en el hogar
es una cobija
azul oscuro
que protege los sueños.
Lo contemporáneo
Estos versos son últimos
pero no finales,
son de temporada.
del tráfago reciente
como el pan.
Estos versos
son el preludio
de mi desconocida de mañana.
Mi victoria futura,
mi futura victoria.


Divertimentos

Los días se atropellan,
unos a otros.
Si siguen así,
la vida se acabará
muy pronto.
Las horas se pisotean
son las seis de la mañana
y recién desconecté mis neuronas
a las doce de la noche.
El vértigo es consuetudinario
y alborota en el despertador.

Mi siquiatra es un diccionario
Juego con las fichas más divinas del mundo.
Descubro mi ser primigenio, elemental, paradójicamente trascendente.
Son ellas las amo
No, no es cierto,
Adoro las palabras.

La gripe

Unos vulgares virus, me atan a las cobijas,
me pegan a las sábanas, me confinan a las reducidas dimensiones de mi cama.
Esta enfermedad es una delicia, solo: agua, limón y Saramago.
El cuerpo es una caja de sorpresas. El catarro una sucesión de espasmo jubilosos.
Y mis neuronas felices y excitadas con el Evangelio según Jesucristo.


Victoria

Mi nombre es un tema recurrente. Fastidioso
Fue difícil acomodarme a tan triunfal significado.
Solo después del medio siglo
aprendí a dominarlo,
supe que no es un título,
ni una convocatoria,
ni un apodo para disimular una derrota.
Solo un sonido usual, convencional, identificatorio,
….como todos los nombres…

jueves, agosto 24, 2006

Usted es de los intelectuales que odian a Harry Potter?

Yo no.

Lo odié por muchos años porque la moda me exigía. Si no lo odiabas no eras intelectual. Yo fui de aquellos que me aprendí de memoria aquel discurso de comparar a las grandes novelas (de Joyce para abajo) con la novela de la Sra. Rowling y, claro, decir que su "Harry Potter" es una basura mal escrita, que no tiene ninguna opción literaria, que no está bien narrada, que no hay técnica. Que es puro entretenimiento. Me aprendí el discurso sin haber leído la obra y sin ni siquiera acercarme a las películas. Pero fueron mis hijos los que me condujeron a la obra del niño mago. Vi entonces la película de Cuarón ("El prisionero de Azkaban") y luego, junto con la presión de mis estudiantes de bachillerato en el colegio, entre en las novelas para poder hablar sobre el tema. Leí entonces de un tirón los seis libros. Y lo terrible es que me gustó.

Rowling ha creado una atmósfera paralela a la nuestra. Otro mundo que camina en linea horizontal al mundo de la realidad: el universo de la magia. Ha puesto significación a ese mundo oculto que es nuestro mundo metaforizado: una realidad disfrazada de fantasía. Los primeros libros tienen ese gustito infantil que conducen a que la lectura sea agradable. Además me gusta que Rowling no prejuzgue a los niños. La literatura infantil actual está poblada de "mensajillos" muchos de ellos cursis, llenos de diminutivos obsoletos y tontos, en cambio Harry Potter se maneja en un lenguaje que sacude, que oprime, que apasiona. Ningún libro infantil ha llegado a lindar por estos derroteros (hablo del Ecuador, que dicen que anda en boga con su literatura infantil).

He oído a muchos intelectuales que dicen que Harry Potter está mal escrito y, permítanme decirles que yo no he encontrado ningun error sintáctico, verbal, ni de tiempo, ni de forma, ni de ortografía en sus páginas. Y es lógico, con el dinero de Rowling se podría pagar a toda la Academia de la lengua inglesa para que corrija la obra íntegramente. Son frases de los intelectuales que no leen, si no que se dejan llevar por el impulso de la moda. He oído que Harry Potter es light, que no hay profundidad: no me consta. Hay mucha mas profundidad que en algunos poetas de este país a los que se les considera el plus ultra del universo. He oído que Harry Potter, por haber vendido más de 720 millones de ejemplares en el mundo, es basura. no lo creo. ¿Qué tiene que ver esta saga con las novelas "fuleras" de Marcela Serrano o de Zoe Valdez; nada que ver con la última Isabel Allende o con Angeles Mastretta. Con Rowling hay un ferviente grado de juego y de verdad. En las novelas de las autoras nombradas hay solo burdas historias con discursos feministas.

Rowling no es Joyce para cambiar la estructura de la novela, ni es Javier Marías para utilizar un lenguaje perfecto. Tampoco es García Márquez para construir un discurso poético ni Vargas Llosa para depurar el lenguaje. Pero tampoco es Paolo Coello que escribe en buen "lugar común", de lo que Dios nos libre.

Señor intelectual, dignísimo cultor del idioma y del pensamiento. Atrevase a leer Harry Potter y rompa sus esquemas.

Ya no me duele decirlo: A mí me gustó.

martes, agosto 22, 2006

ANTOLOGÍA DEL NUEVO CUENTO SUDAMERICANO

En noviembre del 2004 la editorial española "Páginas de espuma" tuvo la gentileza de pedirme que haga de editor por Ecuador para la publicación de la bellísima edición del libro "Pequeñas resistencias 3: Antología del nuevo cuento sudamericano". Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela eran los países convocados para semejante suceso. Cada país debía tener un editor local que además estuviera incluído en la antología con un cuento representativo. Se me pidió escoger a tres escritores ecautorianos más nacidos desde 1960 en adelante y que tengan una representatividad en el género del cuento. Luego de hacer las respectivas lecturas me incliné por los guayaquileños Carolina Andrade y Marcelo Báez y por la quiteña Lucrecia Maldonado. Debía buscar nuevos nombres que no hayan sobresalido afuera. El libro de 420 páginas fue presentado en la Feria internacional de Guadalajara con un enorme éxito. Por poner un ejemplo los nombres que figuran son: Marcelo Birmajer y Guillermo Martínez de Argentina; Alberto fuguet de Chile; Jorge franco de Colombia; y, Santiago Roncagliolo de Perú. El texto consta de 50 autores de los 9 países. A cada editor se nos pidió responder a nueve preguntas que formarían parte del pólogo, incluyo a continuación mis respuestas:

1. Generalizando, ¿crees que el cuento sudamericano tiene (o ha tenido históricamente) unos rasgos comunes, alguna peculiaridad con respecto al cuento de otras regiones?

Sudamérica ha sido siempre cuna de la gran cuentística en español. El género en el continente del sur ha llegado a grados altísimos y ha descubierto nuevos horizontes sobre el género. El decálogo del cuento de Quiroga, el absoluto misterio borgeano y la extraña personalidad del cuento vanguardista con Macedonio Fernández, Pablo Palacio y Felisberto Hernández, dan pauta del gran nivel del género que ha dejado precisiones sobre el hecho. Cortázar y Borges son cuentistas absolutos, y el segundo, inclusive, convirtió al cuento en una especie de hito dentro de los géneros literarios, inclusive más allá de la novela, de la que se afirma que es “el género por excelencia”. La brevedad del cuento se ha hecho una realidad mucho más palpable en el siglo XX, luego de haber mantenido tradiciones europeas en cuentos de gran factura y extensión (Chejov, Mauppasant, etc.). La vanguardia del “boom” en Sudamérica, hizo del cuento un fenómeno masivo e importante.

2. Breve canon de urgencia con los que, a tu juicio, serían los diez maestros del cuento sudamericano del siglo XX. ¿Qué relación crees que mantienen los cuentistas actuales con esa tradición ilustre (parricida, nostálgica, epigonal, indiferente...)?

Por un momento pensé que era fácil entablar una lista de diez grandes maestros del cuento sudamericano en el siglo XX, luego, ya al razonarlo, me di cuenta de la terrible dificultad del mismo. Por la enorme calidad de los autores y porque en muchos de los seleccionados habría que descontarles ciertos textos que no brillan como otros. De cualquier forma mi lista es la siguiente, sin que el orden represente un gusto mayor por tal o cual escritor: Jorge Luis Borges, Felisberto Hernández, Gabriel García Márquez, Pablo Palacio, Juan Carlos Onetti, Julio Cortázar, Bryce Echenique, Horacio Quiroga, Bioy Casares y Macedonio Fernández. Todo cuentista actual regresa a verlos. El parricidio, poco a poco, ha ido bajando su absurdo enfrentamiento en las nuevas generaciones de narradores. Se debe tener una visión miope para no volcarse a la lectura de los mencionados y no encontrar alguna referencia en la cuentística actual. Sin embargo he notado que esta generación tiene un cierto miedo a caer en las redes del realismo mágico, aquella forma absolutamente pegajosa (y maravillosa) que tiene Gabriel García Márquez para contar su realidad (la de todos). De cualquier forma siguen abultando las páginas del nuevo cuento sudamericano los borgeanos, los cortazarianos, entre muchos otros.

3. ¿Consideras que el cuento es un género específico y autónomo? ¿Por qué?

Absolutamente. El cuento tiene una autonomía total. El cuentista piensa su historia en la forma ágil, en el final contundente, en los personajes específicos, en la brevedad, en la concisión. El argumento del cuento debe ser razonado para esa forma. El cuento no es un fragmento de la realidad, es un planeta pequeño, un flash completo, cerrado, absoluto. Mientras respondo esta pregunta pienso en Borges (¿cosa extraña?), en su ceguera repleta de mundos, en su universo inmenso plasmado en sus mínimos cuentos. Eso lo dice todo.

4. ¿Qué aportaciones teóricas de interés, y qué innovaciones técnicas en la práctica del cuento, han tenido lugar en Sudamérica desde la década de los 90?

Creo más bien que se ha dado una suerte de literatura más ligera, mucho más “Light” que en otras épocas. Los aportes interesantes de esta generación son muy difíciles que se puedan establecer ahora, siendo una generación de novísimos que inician su oficio con una tradición absolutamente inherente al oficio. Los maestros “clásicos” ya lo intentaron todo y lograron adaptar al género con innovaciones insuperables (todas válidas). El nuevo cuentista sudamericano se enfrenta a un oficio estable desde cualquier punto de vista. Sus aportes se verán reflejados en el futuro. Me resulta muy temprano hablar de ello.

5. Ya ciñéndonos a tu país de nacimiento, ¿qué corrientes y autores nacionales consideras indispensables en la trayectoria del género?

En Ecuador, la generación de los años 30 marcó el camino de la literatura ecuatoriana de la prosa en general. Considero un hito de nuestra literatura a José de la Cuadra, gran autor del realismo social, que identificó, con absoluta novedad, las características de los habitantes de la costa ecuatoriana, universalizándolos y volviéndolos arquetipos de personificación para entender la realidad social de la época. De la Cuadra es considerado, por una gran parte de la crítica, como el precursor del realismo mágico en América Latina. Pablo Palacio, nuestro enorme y prematuro vanguardista, fue el gran cuentista urbano. Pese a que su generación pendía del “Indigenismo”, con Jorge Icaza como la cúspide del Realismo social, Palacio habló de temas tabúes, absolutamente desconocidos en el género, como la homosexualidad, el periodismo, el habitante de la ciudad, entre otros. En los años 60-70 surgió en Ecuador una generación que revitalizó al género. Cuentistas citadinos, fantásticos, de absoluta vanguardia, dejaron escrito lo mejor del género: el premiado Raúl Pérez Torres (Premio Casa de las Américas), Abdón Ubidia, Javier Váscones, Jorge Dávila, Raúl Vallejo, Francisco Proaño Arandy, entre muchos otros.

6.¿En qué situación se encuentra el género del cuento en tu país (autores, crítica, medios de comunicación, lectores, industria editorial...)?

El cuento en el país es, junto a la novela, el género mimado de las editoriales y del público lector. Goza de credibilidad en las librerías. El autor ecuatoriano ha dejado de pensar que el cuento es una antesala hacia la novela. Muchos novelistas han encontrado en el género enormes satisfacciones para quedarse en él. Sin embargo los problemas de difusión continúan. Ecuador sigue siendo el país de América Latina que goza de un anonimato gratuito en el mundo de habla hispana, debido a su poca difusión editorial. Creo firmemente que la literatura de mi país debería estar catalogada como una de las más firmes y prometedoras literaturas del continente.

7. A tenor del trabajo de campo realizado para elaborar tu selección, ¿se puede hablar de una nueva generación de cuentistas nacionales? En caso afirmativo, ¿cómo la caracterizarías?

La novísima generación de cuentistas ecuatorianos está en formación. Creo, sin embargo que esta generación esta poblada de nombres femeninos, con una literatura de indudable calidad, así como otro grupo que persigue la literatura de consumo y desecho, inspirada en algunos nombres que han llegado a la cúspide de la literatura light. Las mujeres son la nueva promesa narrativa en el Ecuador: Gilda Holst, Liliana Miraglia, Yanna Haddati, Lucrecia Maldonado, Elsy Santillán Flor, Maria Eugenia Paz y Miño, Aminta Buenaño, Valeria Muñoz, entre muchos otros nombres, confirman lo dicho.

8. ¿Detectas una presencia de temáticas políticas o cuestiones sociales en la nueva generación de cuentistas?

Poco a poco el discurso localista ha sido superado por una especie de moda infiltrada, por una suerte de “globalización temática”. Esto me parece triste. El nuevo cuentista no habla de temáticas locales, ni participa en el convivir nacional, a través de su obra, si no que ha decidido huir de él, enfrentando temas que interesen a todos. Creo absolutamente que un autor no se universaliza por su temática universal, si no, precisamente, por enfrentar de manera universal su realidad, que no es mismo.

9. ¿Cómo se relacionan entre sí las narrativas de los diversos países sudamericanos? ¿Existe un intercambio, un conocimiento, una influencia mutua?

Las editoriales están destinadas a buscar lo que se vende, no los aportes verdaderamente literarios. Siento que los editores ya no leen el texto a ser publicado, si no que se fijan mucho en el autor, en lo que él ha representado dentro de la literatura de consumo, en su “fama”, en lo extra literario. Esto es perjudicial para la literatura como género. Un intercambio bibliográfico de nuevos autores sudamericanos aún no se ha podido dar. Es prematuro y utópico. Sin embargo creo que existen ciertos rasgos particulares que unen a esta generación de nuevos cuentistas: el hecho de vivir en países de constante desarrollo, su lucha por llegar, por conquistar, su individualización total, su brevedad, su facilidad tecnológica, influyen para que el cuento llegue más, se preocupe más por el lector y logre cumplir el único objetivo del creador: la satisfacción de haberlo hecho y el placer de sentirse leído.

miércoles, agosto 09, 2006

MUJER DE PELÍCULA

Valeria Muñoz Vásquez (Quito, 1976). Licenciada en Letras, Master en Proyectos Educativos y Sociales. Ha publicado el libro de cuentos “Fiel en el crepúsculo” (b@ez.oquendo.editores, 2000). Profesora de Literatura y Expresión Escrita en instituciones a nivel medio y superior.
Su pasión por el cine la ha llevado a constancias incursiones en la crítica.

Su nuevo libro, prologado por ulises Estrella, contiene en sus páginas a un grupo de mujeres que se han visto reflejadas en un puñado de películas. Ellas tienen razón al hacerlo porque siempre la vida es el reflejo de otra vida en otro tiempo o en otra realidad. Por este lado de la vida y por el otro, unas siluetas femeninas se enfrentan con su otro yo, con el alter ego de su mundo: el cine.
Así parece decirnos Valeria Muñoz en este bello tomo de narraciones cortas, creadas con exactitud y sin excesos. Cada mujer se ve en cada película. Cinema Paradiso de Tornatore; Las Horas de Stephen Daldry; Ocho mujeres de Ozon, Kamchatka de Marcelo Pineyro son, entre otras, las atmósferas traspolarizadas del celuloide a las vivencias de mujeres y, de sus vidas, a la literatura.
Cuentos diferentes de una voz que cada vez se reafirma más sólidamente en la nueva narrativa del Ecuador.

He aquí una muestra de estas perlas reales:

JUNTO A LA SILLA

Basado en el cortometraje “El Cuento de una silla”
de Norman Mc. Claren
Busco una silla para que repose mi oscuro sentido de la comodidad. Ahí está. Rebusco en mi memoria para recordar cómo es, para qué me sirve, y cómo soportará mi peso sobre ella. Ya la tengo a mi lado, lista para ofrecerme
sus servicios. Pero , ¿Qué pasa? ¿Por qué se mueve? Debería estar inmóvil, es lo que el mundo conoce como una silla. No entiendo su absurdo jugueteo, se mueve, se inclina, me evade, me atormenta. Necesito de sus servicios, quiero leer, acomodar mi parte trasera para hacer lo de siempre, lo necesario, lo justo: sentarme.
Intento una, dos , mil veces. ¿qué sucede? Parece que la indomable me quiere hablar, me hace girar en torno a ella, me hace pensar, me hace imaginar, logra hacerme crear. ¿ Crear? Había olvidado lo que eso significa. Creo que empezaré a escarbar de entre la basura , la palabrita debe estar escondida en algún anaquel de mis circuitos interiores. Si, así es, ya la veo , a lo lejos.
Es cierto, hay otras opciones, el suelo. Me acomodo, empiezo a leer. No puede ser, me distrae de nuevo, ¿Qué quiere la audaz?. Me coquetea, me incita a volver a pensar. Está bien , lo intentaré otra vez.
Fallé, no puedo. Sigue moviéndose, parece darme pistas. No entiendo. Tanto movimiento empieza a elevarme de la convencionalidad. Quiere volverme loco o convertirme en poeta. Veo la maldita silla otra vez. ¡Ya está! ¿Por qué no ella sobre mí y no yo sobre ella?.
Desde ahora ya no será la silla que todo el mundo conoce y yo me convertiré en artista. Y viviremos felices para siempre.

sábado, agosto 05, 2006

"El Rafa Tobar"

Rafael Tobar nace en Quito en 1980. Adolescente aún, se inicia en el oficio de construir versos. Estudia en la PUCE y se gradúa como Arquitecto. “En piel de otro” es su primer poemario publicado.
Así reza la solapa del libro No. 2 de la Colección "El ángel Terrible" de ELANGEL Editor. El talento desplegado por esos poemas cortísimos y pasados por la lija del tiempo se deja ver en su libro. Sobrino nieto del enorme Paco Tobar García, Rafa no es impaciente y sabe que su poesía crecerá y se fortalecerá. Por ahora una muestra al azar de su trabajo.

***
Sobre mis rodillas ruego,
después de haber salido de mi casa,
haber perdido y mentido
la mayoría de veces, que mi infame pecado
no se filtre a mi niñez
con resultados precoces
de Su manera
de la tuya
o de la mía.

***

Es adecuado en la partida
ese cuello femenino,
esa huida sonriente,
un apretón,
todo esto y todo lo demás;
entonces, por último,
de espaldas la llegada.
Son partícipes de vez en cuando
sus cualidades destinadas,
sus dientes separados,
su forma de introducirse,
por primera vez,
con su talento y su equipaje.
Apreciando directamente
la criatura que ella misma
sigue siendo;
es;
y aparece de su típico vivir
mi envidia y vagos camuflajes.
no es, propiamente,
nada,
excepto mía.

***

Es la virtud de algunos
su sombra,
que aventaja de un apretón hablado
los sellos,
las ciudades,
sus peinados ...
apenas, sin saberlo.
Cómo histéricamente
se acerca y pelea
el que ruega
cuando aprieta tales esperanzas;
se acobarda,
se apretuja, advierte como algunos
que todos son hombres,
estiran los brazos,
se callan,
envidian,
se amontonan.

***

Son las personas
huidas,
con presurosas escapatorias,
las que insinúan, sin saberlo,
el agrio olor acompañado,
noches tibias
y pelo negro.
Son, de nuevo sin saberlo,
las únicas habitantes
de profundos huecos negros,
de esperanza,
reconocimiento,
y toráxicos ruegos contados.
Son pocos los amaneceres
de intercambio:
de poses atestadas,
no continuas
y prisas encendidas,
de treinta años
más tres seguidos.
Volverás tu cabeza
a mi estable consejo,
tal vez en enero o en marzo,
o en agosto, de nuevo.
Es tu cuchara en tu boca,
tu rutina, y ronquidos,
lógicamente tu pulso,
los que presumen repetidamente
tu vida perpetua.

lunes, julio 31, 2006

AUTE

Con algunos artistas (muy pocos) uno debe detenerse a reflexionar sobre ese estado terrible que sufre el hombre, cuando el mismo resulta ser su propia competencia. Cuando un creador, un hombre que ha dado mucho para fortalecer su huella en el mundo, un ser que ha entregado todo para los otros hombres inteligentes y sensibles que lo entienden, llega a un momento de su historia creadora en que pareciera que ya no va a poder más, pero entonces urge aquella lucha consigo mismo, sin cuartel.
Este es el caso del cantautor Filipino-español Luis Eduardo Aute. Después de su penúltimo disco “Aire”, creímos que ya nunca sería el mismo y que en los próximos discos iba a comenzar “la retirada”, porque superarse así mismo resultaría imposible. “Aire” era demasiado. Pero nos demostró que él está aún en ese momento delicioso en que se encuentran los adolescentes alborotados de hormonas, cuando quieren conquistar a la novia, pero a su vez quieren conquistar otras mujeres (muchas novias) y entonces se miden sus fuerzas ellos mismos y no pueden creerse de lo que son capaz.
Esta reflexión es para aplaudir a Aute. Alguien ha dicho que hay ya muchos hombres que con lo que han hecho en la vida, podrían “morir en paz”, sin atormentarse por su herencia al mundo. Esos hombres ya están “más allá del bien y del mal”. Aute hace rato que ya es un inmortal de la música. La gente recuerda siempre su “Al alba, al alba..” y su “Sin tu latido”, como piezas universales de la música.
De repente llego a abrazar su nueva música. Su compañía de discos antigua no hizo lo que debió hacer en nuestro país, que era fomentar su talento, pese a que en el Ecuador tiene una alucinante fanaticada que lo ama. Un amigo me envía de España su último disco “Alas y balas”. Y allí está él y su pintura (el poeta-músico-pintor-cineasta), hombre del medioevo que “todo lo hizo bien”, como dice el génesis. Y entonces con una voz clarísima (pese al cigarrillo y los desvelos) y con una guitarra que habla y condensa, sale el Aute renovador de sí mismo.
En el nuevo material hay canciones verdaderamente antológicas. El disco se abre con un extraño sonido de “alas y balas”, dicha canción es un poema perfecto, repleto de giros morfosintácticos (Aute no es cualquier compositor, él conoce, además de los sonidos de los instrumentos, los de las palabras). Sueña el maestro en su música encontrar “en un mar de girasoles, un giraluna”, con una maestría alucinante; este músico juzga con dureza pertinente a los sacerdotes pedofílicos, componiendo la canción “No es en vano”, que con un tono de chanza, crítica duramente a la iglesia.
Aute se refleja en uno y uno en Aute. Sus canciones de amor y erotismo siguen haciendo estremecer, como esa divina pieza poética “Cuando dos cuerpos”, en donde se reflexiona sobre el amor en poquísimas palabras reiterativas: “Cuando dos cuerpos se aman/ se hace la carne poesía”.
A lo largo de todo el CD “Alas y balas” uno deja de ser uno y pasa a ser hijo de su vibrante imaginación y de su siempre despertar.
Dónde viven estos hombres, estos seres que no desmayan nunca. Que Aute siga entregándonos la horchata de su voz, y de su poesía. Y que sea por siempre. Siempre.

miércoles, julio 26, 2006

PEDRO GIL: El poeta estaba borracho pero ya reaccionó

Hay un poeta extraño en Manabí. Nació en Manta, en 1971. Ha publicado ya cinco poemarios y estuvo largamente enfermo, con esa enfermedad mortal del alcohol y la desolación. Pero ha decidido curarse, extrañamente. Digo extrañamente, porque todos los que conocíamos la figura y poesía de Pedro Gil, el poeta en cuestión, creíamos que nuestro poeta social, se iba a ir con sus cantos hacia donde ya no se le puede escuchar en tercera dimensión. Es decir, creíamos que Pedro iba a morirse espectacularmente, como un poeta decapitado, o un romántico inglés, o un antiguo condenado en la torre de Londres. Creímos que Pedro Gil iba a irse de nuestro lado, luego de un terrible delirium tremens (que a propósito, así es como se llama uno de sus poemarios extraños dentro de la literatura ecuatoriana: extraño porque Pedro solo dice la verdad. Y solo dice su verdad, y su verdad es tan corta, pero es tan nuestra, tan de todos. Todos sufrimos lo mismo).Alguna vez, en la bella Guayaquil, en un encuentro de escritores, llegué a decir a unos compañeros vates, que todos pronto seremos cómplices del asesinato a Pedro, porque Pedro necesita otra cosa, y no esa fama perdurable y soez de "Poeta marginal" y por esa fama se hizo famoso en Quito, una editorial decidió embanderarlo con ese calificativo, que en otras sociedades hubiese sido tan despectivo como decirle "leproso". Pero se dio así, y Pedro era nuestro poeta marginal y nuestro poeta borracho. Nuestro Edgar Alan Poe (personaje al que Pedro le escribió uno de sus mejores poemas). Recordé alguna vez, a propósito de Pedro, un bellísimo poema de Rubén Astudillo, que hace referencia a Dios, en el que dice: "...todos lo asesinamos...". Y era verdad, todos hacíamos mofa, y decíamos que Pedro es un "tremendo personaje", pero no pensamos que su vida era una horrorosa laguna de problemas y traumas y aberraciones. Pero, quien creyera, el poeta era -es- tan inteligente, que él mismo se dio cuenta, y entonces decidió regresar, cambio de lugar al "sano juicio" (así como se llama su último libro de poemas) un texto realmente espeluznante dentro de nuestra literatura, porque es el texto de la depresión y del riesgo. Es el texto de la desolación, de ese encontrar a la mujer amada y pedirle ayuda, como si el alcohol y la marginalidad fueran los fascistas de su propio campo de concentración. En este libro (además traducido al ingles, en una edición auspiciada por el Archivo Histórico del Guayas) se deja notar al Pedro atravesando la larga resaca de la abstinencia. Cuántos alguna vez se han sentido en ese trance brutal de la renuncia a si mismo. Ahora Pedro Gil es otra vez aquel muchacho noble, simple, que conocí en 1994, a quién le gustaba la poesía simple, sin aspavientos, sin palabras extrañas, sin falsos cripticismos, que tanto mal han hecho a los poetas de mi generación. Ahora Pedro está irreconocible. Sigue amando con fruición a los poetas, sigue creyendo en ellos. Y está enamorado de la poesía y de la mujer que se ha dejado habitar por su persona y por su valentía. Y está, como siempre, tramando deliciosos poemas. Ha vuelto a ser el "juicioso" que mira al mundo desde el otro lado, que es el lado de la inteligencia. Sigue amando al hombre y a la mujer de la Patria dolorida que somos. Pedro ha vuelto a nacer. Pedro es otra vez vida. Y otra vez poesía.

martes, julio 18, 2006

MIGUEL ANTONIO CHAVEZ Y AUGUSTO RODRÍGUEZ

Hace pocos días Miguel Antonio Chavez y Augusto Rodríguez me invitaban al lanzamiento de sus libros en Quito. Yo, lamentablemente, no pude acompañarlos. Me dio mucha pena no poder estar con ellos. Sobretodo porque son mis amigos y los considero mucho.

Conozco la narrativa de Miguel Chavez desde hace algunos años. Miguel Antonio asistía con cierta frecuencia al taller que dirigía Marcelo báez. Allí también conocí a Omar Balladares, Mariano Barona y Luis Cordero. Miguel siempre tenía a buen recaudo su extraordinaria sutilidad humorística en la lengua. Dueño de una perspicaz ironía que ha sabido usarla estupendamente en su literatura. Por algo nos ha entregado un libro prometedor y bien armado: "Círculo vicioso para principantes". En casi todos sus cuentos, el autor nos trata de tomar el pelo. Y en muchos lo consigue. El manejo de su humor linguístico está condimentado por una riquisima dosis de citas intertextuales que producen un discurso de ficción real. Chavez es un escritor culto. Su literatura, estoy seguro, va para largo.

Augusto en cambio lo conocí por la prensa, por su caminar tan lleno de pasos arraigados. Me gusta la gente así. Como va haciéndose camino sin pedirle favores a nadie. Y no solo hizo caminos para él. El poeta Rodríguez abrió el borrascoso sendero para otros amigos suyos que quieren entrar en la palestra de la literatura. Y lo ha conseguido. Ahora todo el mundo habla de Rodriguez. Todos lo alaban o lo atacan. Los ataques recibidos por Augusto y su grupo han sido memorables, pero aquí cabe recordar que siempre el enemigo trabajará para uno. El enemigo es el mejor relacionador público que existe. No hay otro como él. El enemigo es el que te hace famoso. El cómplice, el amigo, el compinche, no. Es el enemigo la mejor arma. Y en Augusto uno reconoce la teoría, porque lo hemos conocido en las buenas y en las malas. Pero el poeta Rodríguez siempre sale triunfante, porque aunque no está inscrito en las "Cifras Mayores" de la literatura guayaquileña (y que Dios lo libre de aquello) ha sabido trabajar a golpe, con dificultades, defendiendo lo suyo, ganandose espacio, "sacándole la lengua sin fe a los tiburones", como díaria la poeta Ana María Iza. Augusto es trabajador con vehemencia.

Miguel Antonio y Augusto, y un puñado de jóvenes, fundaron "Buseta de papel" que ha sido tan vilipendiada por las "ligas mayores", "menores" e "intermedias" de la literatura guayaquileña. Y se han ganado espacio con sus recitales, sus libros, sus festivales, sus ideas sobre la poesía y la palabra.

Debo confesar que hay algunas cosas en las que estoy en desacuerdo con el grupo como tal, con su posición un poco irreverente, y con la idea de triunfalismo total. Pero ellos hacen mucho, muchísimo más que cualquier otro poeta consagrado. Ellos acercan la poesía a la gente, a los más jóvenes.

No he revisado la poesía de Augusto como para enfrentarme a un juicio crítico, pero lo encuentro fresco y obsesivo, y eso es lo importante. La obsesión. Es la marca del poeta, pese a todos los garrotes, allí está Augusto, triunfando.

No concuerdo con el grupo "Buseta de papel" en la idea de la "Nueva generación". Creo que hay que revisar esas ideas y revisar la cronología de poetas que ellos proponen como "Nuevos". Pero esto no es peso en la balanza. Son grandes motivadores y hacedores de la cultura del país. Ya nadie puede negarlo, ni sus detractores, ni sus sombras.

No conozco a los otros integrantes. Pero Miguel y Augusto son tipos buenos, talentosos y amantes de la literatura. Y eso ya es mucho pedir en este mundo que, como diría Rubén Darío Buitrón es un "mundo gris, lleno de ratas".

lunes, julio 17, 2006

JUAN GELMAN

Estas pequeñas crónicas que evitarán olvidarme de ciertas cosas
inolvidables comnenzaré a escribir y a guardarlas en mi blog. Comienzo con
Gelman, el enorme poeta argentino.

Lo conocí en México. Caminaba con una ínfima joroba, en donde llevaba el misterio de su voz. Todos estábamos en el Convento de Santo Domingo, en Oaxaca, una de las ciudades más religiosamente bellas del mundo. Buscábamos refugio en tanta maravilla. Esos todos éramos los poetas invitados al “Primer Encuentro de Poetas del Mundo Latino en Octubre de 1999, en Oaxaca-México” Yo llevaba un libro suyo en mis manos. Se llama “Incompletamente” y yo no sé el porqué de ese nombre si en él estaba guardado todo. Yo quería que él lo firmara, y así poderle mirar a los ojos. Y firmó mi libro, pero sus ojos estaban opacados por la neblina de unas oscuras gafas de poeta. En sus ojos estaban depositadas -estoy seguro- todas las lágrimas y las valentías de la vida -de su vida-. Yo ya había leído su “Colera Buey” de “cabo a rabo”, y entonces, como cualquier hombre que lee “la maravilla”, me sentí inmensamente feliz por la tristeza del otro. Juan Gelmán es el poeta que ha hecho de la tristeza el campo de sus palabras. Toda su poesía busca ansiosa a la nieta o nieto que perdió. Y su poesía triunfó, porque Gelman encontró a la nieta que la Dictadura Militar Argentina la arrebató de su lado por 28 años, después de que su hijo y su nuera salieron, como en cualquier ciudad, a hacer diligencias en Buenos Aires, y nunca más volvieron. El asunto se volvió más macabro, porque su nuera llevaba en sus entrañas el nuevo fruto del amor limpio y florecido: un hijo. Pero el abuelo poeta más luchador del mundo -y más triste- nunca se dio por vencido, y después de 28 años encontró a su nieta. Después de todos sus versos. Después de tantas palabras que nunca parecieron necias, pero que el tiempo y el destino hacía entender que la poesía no servía para nada. Juan encontró a su nieta, como un apóstol a su resucitado maestro. Gelmán es un hombre que vivió como poeta, la divinidad de las cosas y las palabras. En Oaxaca leí en su mesa mi poesía, y luego conversamos -cruzamos sería mejor decir- algunos temas. Me preguntó por Jorge Enrique Adoum, su gran amigo ecuatoriano, me habló de su tristeza entredientes, y por último, me pidió que apoyara con mi firma en una carta en la que se estaba pidiendo una investigación, a propósito del crimen de su hijo y nuera, en la República del Uruguay, donde a la final se encontró a su hija. Todos los poetas que estuvimos en el Encuentro, firmamos esa misiva como una obligación. Gelmán era el poema de los poetas de ese encuentro. Recién leí sus poemas en Sefardí: “Dibaxu”, y su delicioso “Incompletamente”. Un hombre que merece con creces el premio “Juan Rulfo 2000” por toda su obra literaria. A toda su inmortalidad. Él y su nieta ahora escriben el mundo. Gelmán me resulta como el Miguel Hernández de la actualidad. Poeta total al que tuve la suerte de conocer. Y del que nunca dejaré de agradecer a los dioses por haberle premiado con el amor y la valentía. Aparte de toda la poesía que nos ha obsequiado. Ni más ni menos.