Dos bellísimos libros de poesía he recibido esta semana con una emoción verdadera. Los dos son libros que contienen una poesía reunida por los años y las experiencias de sus autores. La poesía del poeta riobambeño Manuel Zabala Ruiz, publicada en las bellas ediciones de Poesía junta en la casa de la Cultura, en su número 5.
El poeta Manuel Zabala Ruiz siempre ha permanecido en un anonimato extraño. Su obra parquísima y trabajada hasta la saciedad la hemos conocido en solo cuatro libros. Su Obra Poética Completa, publicado en Libresa hace ya ocho años, fue el punto para que Zabala sea reconocido en el país. En dicho libro, que tuve la suerte de editar, se publica prácticamente toda su obra. El libro de poesía junta trae unos 20 poemas nuevos que se han dado desde ese tiempo hasta ahora. La parquedad y la madurez de la poesía de Zabala, la mínima obra poética de este autor único, humilde hasta los límites de la carencia de vanidad, ese aplomo de hombre recto lo hacen POETA de verdad. Me ha extrañado que en la solapa del libro de Poesía Junta que se llama como su primer libro "La risa encadenada", pero que en las páginas interiores figura el nombre como Obra póética completa, se escriban títulos de los libros de Manuel Zabala que nunca se han publicado. Me sueña extraño, ya que conozco tanto la poesía de Zabala y a él mismo, encontrar que figuran como su bibliografía las partes en las que él, en 1998 dividió su obra. Creo que debería haber más cuidado en la Casa de la Cultura para no cometer estas equivocaciones tontas. La poesía de Manuel Zabala está absolutamente reafirmanda en la poesía de nuestro país y de América. Zabala es un caso peculiar y único. Pocos han sabido manejar a la perfección la métrica y la rima pero con figuras estilísticas contemporáneas. Su poesía es una isla en el Ecuador.
El otro libro al que me refiero es a AJUAR DE CAL de Eduardo Villacís Meythaler. Bellísima edición cuidada por Nicole Ruam, la entrañable compañera del poeta Jorge Enrique Adoum, que se embarcó por los caminos de la edición desde hace unos tres años. Villacís, como Zabala, no han sido poetas del mundillo, han sido parcos a veces en exceso y no han sabido "autopromocionarse" en las palestras de la escritura de nuestro país. Sin embargo la poesía de ellos sale sola. Y esto si es verdad. Esta poesía se presenta hermosamente editada, con bellas ilustraciones de su hijo.
La poesía de Villacís Meythaler me gustó mucho desde que la conocí. Hace muchísimos años compré su bello libro titulado "Dieta sin sol", que esta en la Colección Básica de Escritores Ecuatorianos de la Casa de la Cultura. Su poetica tiene una referencia en el tema de la enfermedad. Villacís es médico cardiólogo de gran prestifgio en Quito. Esto ha permitido a esta alma sensible recoger las experencias del dolor de la enfermedad, de la lucha con la muerte, pero sobre todo de la lucha del galeno frente a la responsabilidad del dolor. Es algo así como la misma poesía o como lo cataloga Adoum "dos veces médico del corazón". Ileana Espinel y Eduardo Villacís Meythaler pieso que son los dos más grandes poetas del Ecuador que han tomado el tema de la enfermedad como un tema poétizable y lo han sabido hacer con absoluta paciencia y con verdadera poesía.
Dos libros con poesía y con poetas fuera del canon. Eso es lo importante. Estos dos poetas no pertenecen a ningún mundillo. no han sido consagrados en universidades ni son los "gurus" de ningun grupo. Son poetas y están libres. Y ya tienen sus años.
Y el lector debería homenajearlos en vida. El homenaje es simple: hay que leerlos.
domingo, octubre 29, 2006
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