sábado, abril 14, 2007

MANUEL ZABALA RUIZ: UN GRAN POETA DESCONOCIDO


Manuel Zabala Ruíz es un poeta inmenso al que, injustamente, se lo ha olvidado.
De parte y parte viene la culpa de este involuntario olvido. El, por su parte, sumergido en la cátedra, no ha podido promocionar su obra a cabalidad. Sus lectores, que son muchos, han optado por recolectar su obra en copias "xérox", para disfrutar de su palabra. Las editoriales han estado un tanto despreocupadas de su obra. Obra inmensa, que quedará para otras generaciones, testimoniando la gran poesía de la Patria.
En una conversación que tuve hace ya algunos meses, con Franklin Cárdenas, un hombre de empeño y letras, coterráneo de Manuel Zabala, y Presidente subrrogante de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, me hizo precisar uno de mis mayores sueños, el que se pueda publicar la obra completa de Zabala Ruíz. Hice, entonces contacto con el poeta, después con los editores, y ahora ya, gracias a este empeño, tenemos el libro hecho, a nuestro gusto, para satisfacción de los nuevos lectores.
Gracias, ahora, a "LIBRESA", a la Casa de la Cultura Matriz "Benjamín Carrión" (Con la bella edición de poesía junta No. 5), y a la Casa de la cultura Ecuatoriana Núcleo de Chimborazo, hemos podido cumplir el sueño de reunir la pequeña obra completa de Zabala Ruíz para todos sus lectores adictos, y para todos aquellos que tienen placer ante la lectura de la maravillosa poesía.

El Contexto generacional del poeta

Si la generación de los años treinta dio la gran narrativa de la Patria, pienso que los años sesenta fue una época donde se dio una gran poesía. Una madura poesía, nuestra de verdad, vista con puntos netamente nacionales y universales a la vez. Voces que se despuntaban en nuevos caminos, nuevas connotaciones poéticas, giros lingüísticos, novedades fonéticas, discursos poéticos de largo aliento.
Tobar, Samaniego, Granizo Ribadeneira, Barrera Valverde, Jaramillo, Villacís Meythaler, Espinel, Ledesma, Iza, Granda, Pesántez Rodas, Astudillo, Preciado, Arízaga, Arias, Luna, Pasos, Vinueza, Manzano, son poetas importantes de la citada generación. Todos ellos, alguna vez pasaron por alguno de los grupos literarios de esta época. Pero ya son islas poéticas porque ya son un estilo, una definición palpable del idioma, un discurso hecho, una sensibilidad lingüística propia. Autores de una poética madura y audaz. Lúcida y procaz. Digna de las mejores líricas de América.
A está generación -diríamos en la primera etapa de esta generación- es nuestro poeta Manuel Zabala Ruiz
Acogido en el grupo "Caminos" -que fue fundado en el año 1955, por un grupo de poetas del Carchi que eran liderados por Wilson Burbano-, Zabala Ruíz era el mayor del grupo, -y también el mayor poeta.
Si bien es cierto que Zabala Ruiz vivió inmiscuido en el florecimiento de esta generación, su trabajo siempre se dio en solitario. Su trabajo fue y es una isla en la literatura del Ecuador. Hay desconocimiento de su obra, porque Zabala Ruíz no ha pretendido difundir su trabajo en forma de comercio. Zabala ha preferido ese silencio digno de la humildad bíblica. De esa humildad de los poetas legítimos, que se descubren cuando tiene que ser. Como es la auténtica poesía.

Zabala: vida, premios, cátedra, libros:


Manuel Zabala nace en Riobamba. En esa, como él la llama: "Tierra del indio duro como roca en tormento;/ tierra para vivirla como se vive un cuento.../ Sultana de los Andes y Capital de Quito..." (Epinicio: Oda a Riobamba). Hijo de Don Manuel María Zabala y Doña Sabina Ruíz Darquea. Es el penúltimo hijo de seis hermanos, de los cuales todos son mujeres. Era el año de 1928: "Yo vine al siglo veinte sin fraque ni librea,/ con el mayor disgusto, sin la menor idea,/ a pujos, manotazos, empellones brutales,/ con fichas y con números; con pelos y señales.// Sin más ni más me ataron de tal manera al piso/ que ya me fue imposible volver al paraíso...", La vena poética de Manuel comienza a ver el mundo diferente, austero, silencioso, y rico en todo tipo de metaforización, dice, por ejemplo, para ilustrar lo dicho: "A los seiscientos días de andar entre la gente/ se me ocurrió mirarla de un modo diferente...".
El poeta inicia sus primeros estudios con los Hermanos Cristianos en su ciudad natal, hasta cuarto grado de escuela que, con su familia, vienen a radicarse en Quito, en donde se incorpora a la escuela del "Cebollar", también de los Hermanos Cristianos, los mismos que, viendo la vocación del poeta ante la vida religiosa, deciden llevarlo a Cuenca, a terminar su instrucción primaria y Secundaria, guiando su camino de adolescente, para que llegue a ser un Hermano Cristiano de la comunidad, en el Seminario Menor de la "Sultana de los Andes". Dice en su poesía autobiográfica: "...Yo amarré mi cometa junto al Cristo de roca/ porque se hizo gorrión y estaba medio loca;/ porque al volar en medio de la tarde cereza,/ se relamía el alma como santa Teresa.
La escuela y el colegio es un tiempo primordial para un poeta, y para Zabala es, aún más, casi definitivo: "...Luego vino la escuela, siniestra, siempre en vela./ (Yo quisiera callarme para siempre la escuela,/ las notas reprobadas, el zarpaso del gato/ y esas ganas terribles de comer cada rato)...".
Regresa a Quito, dejando la vocación de Hermano Cristiano, y se gradúa de bachiller en el Colegio "Montufar" en 1948. Comienza su carrera Universitaria en Quito, donde estudia Castellano y Literatura en la Universidad Central del Ecuador, hasta licenciarse.
Desde allí hasta siempre, Manuel, el maestro, el profesor, ha dejado gratísimos recuerdos en todos los casi diez mil alumnos que han cruzado por las aulas donde él enseñó el lenguaje de los poetas.
Su inicio como catedrático se dio en el Colegio "San Pedro Pascual", mientras hacía su práctica docente en el colegio "Manuel María Sánchez. Ha impartido su conocimiento en colegios como el "Theodoro W. Andersón, el "Benalcázar, así como en la Facultad de Filosofía, Escuela de Castellano y literatura de la Universidad Central, por treinta y dos años. Actualmente sigue impartiendo cátedra en el colegio "Liceo Policial".
Publica su primer libro "La risa encadenada" en 1962, que sale como una separata de la revista del Colegio "Benalcázar". En éste se publican trabajos ya maduros, conocidos por todos los intelectuales y poetas de la época. Más tarde se publica "Teoría de lo simple" en 1970, por la Casa de la Cultura Matriz; y por último la Casa de la Cultura lo publica en la Colección Básica de autores Ecuatorianos, No. 78, el libro antológico "Rumbo al otoño" (1986), que contiene el libro inédito "Variaciones del Estío".
Ha sido un poeta que ha obtenido algunos premios. Sus poemas "Biografía Humilde", "Dibujo de la mañana" y "Teoría inédita del espejo" han sido trabajos premiados en los concursos de la Universidad Central, cuando él fue estudiante de la misma. Sus premios mayores los ha obtenido en Guayaquil. El muy conocido premio de Diario "El Universo", "Ismaél Pérez Pazmiño", lo ha tenido en su terna ganadora en algunas ocasiones. En 1961 gana el segundo lugar con el poema "Laberinto", texto éste que se lo considera de una vanguardia, una frescura, una ironía y una calidad insuperable. Otro segundo premio, en el mismo concurso, se lo concede en 1964, con los "Sonetos de redondel", un conjunto de doce piezas, donde se plantea en forma consonántica todo el trajín de la "torería". En 1966 el mismo premio le concede una mención especial a su poema "Inmersión"; hasta que en 1992 gana el Primer Premio Nacional con el poema "Los cuadernos del salmista", un conjunto de octavas reales sobre el tema religioso.
Su obra es corta, pequeña, casi mínima. Un poeta que ha trabajado el poema como un libro, como un trajín real. Hay que admirar su empeño y dedicación en la poesía formal, el ritmo y la intención poética nueva, refrescante, única.
Manuel Zabala ha sido incluido en varias antologías nacionales e internacionales. Una de ellas es la compilada y realizada por Jorge Enrique Adoum: "La poesía del siglo XX", donde junto con 58 poetas de la Patria, plantean el discurso poético del Ecuador. Está en los índices de los hermanos Barriga, la Poesía Ecuatoriana de Hernán Rodríguez Castelo, las obras antológicas de Rodrigo Pesántez Rodas, entre otras muchas, que reflejan su calidad.

Su pequeña obra completa

Manuel Zabala es el único poeta de este país que ha concebido a sus poemas como antológicos. Escritos con esa maestría digna de los mejores sonetistas de la España de Oro (Góngora y Quevedo); con esa tristeza endurecida del París frío de Vallejo; con ese ímpetu localista, irónico, universal (Lope de Vega); con la ternura formal de un poeta que sufre (Hernández); con la universalización de su discurso a través de la obtención poética de una voz colectiva (Octavio Paz). Es decir es el poeta que hace que cada texto poético suyo, funcione como un libro, como una novela, como un cuento.
Todos sus poemas son individualizaciones poéticas. Y no solo lingüísticas, sino temáticas. Es decir, Manuel Zabala, no se repite nunca en el tema general. Razón por lo cual sigue siendo uno de los más extraños casos de la poética nacional.
Su obra completa contiene ochenta y un poemas, de los cuales 48 son sonetos. Todos han pasado por la esgrima del poeta. Esa autocrítica envidiable del poeta que lima la palabra, hasta alcanzar el hallazgo y, como el poeta llama a la sensibilización del lector, logra con sus poemas. El lo hace diariamente, con esfuerzo, con gran calidad. Son casi 70 años de vida del poeta y solo 81 poemas, dicen mucho.
Cada poema de Zabala tiene un ritmo interno y externo (cuida las pausas, las sesuras, la consonancia y asonancia lingüística, el encabalgamiento, la puntuación que ayuda al ritmo).

Yo diría que Manuel Zabala no tiene poema malo, pero diría más, Zabala no tiene verso malo. Todos están allí por algo, esperando el desgarramiento del lector abigarrado en la sensibilidad más alta.
La soltura de su imaginación, la descripción perfecta, la sutil modulación de su voz más alta,cuando la situación que narra está en el punto más elevado que la constante de su estilo.
Zabala es recatado, límpido, buscador del vocablo perfecto y no del sinónimo forzado. A la palabra le individualiza, le hace única, insuperable. Hay una revalorización de la palabra, en esta poesía. Se la vuelve a sentir en la significación original, en el génesis morfológica de la misma.

Algo digno de anotar -tal vez lo más importante en esta poesía- es la dosis de humor que en ella existe. Un humor a veces patético, a veces negro, muchas veces repleto de reflexión y de ironía. Poeta que maneja un humor digno y alto, en donde no se da solamente la gracia, sino la filosofía de esa gracia. De esa risa escondida (acuérdese que su primer libro se llamó "La risa encadenada). Lo más impactante, dentro de su estilística es, probablemente, el dominio de las cosas, sus prosopopeyas encendidas, el hilo medular de sus historias, donde todo tiene un condimiento adjetival, una figura que contrasta, un nuevo rumbo. Nada es lugar común, todo es nuevo y hasta sofisticado, todo entra en el lector como una imaginería grandilocuente y de sorprendente lirismo.

Manuel Zabala Ruíz es el poeta que ha sido fiel a su estilo y ha sabido manejar la retórica, el verso clásico y la rima, de una manera nueva, novedosa y magistral.
Poeta del asombro, de los grandilocuentes impactos. Poeta de la alegría, no hay tristeza, en su poesía, no hay desasosiego, ni ira, ni penumbra en su poesía. Su poesía tiene de magia, de "pequeñas cosas", de grandes emociones, de situaciones concretas que pueden ser narradas, pero que el poeta los representa con una originalísima forma de ver el mundo.
Es un poeta que a fines del siglo XX, sigue utilizando la rima, el verso métrico. Y esto puede chocar a los poetas de la vanguardia, que creen que la forma (o la no forma) es lo básico dentro del fondo. Pero después de leer a Manuel Zabala, creo que uno se queda perplejo ante la maravilla de su discurso, su ritmo interno y externo, su magia en el lenguaje -un domador de la lengua de calidad indiscutible (es que también uno debe saber a qué poeta se lee. En Zabala la rima es altísima, manejada con una maestría única e insuperable. No todo el que escribe con rima es poeta -ni tampoco todos los que escriben en verso libre-. Hay que diferenciar lo rimoso, lo verboso, lo repleto, lo manido, la verborrea, lo inicuo, lo absurdo
Zabala es un poeta totalmente sumergido en una realidad concreta, que es la poesía. La poesía como estado de ánimo, como realidad nacional, como situación del hombre.
Poeta de una originalidad extraña, única, sorprendente.
La otra parte es la "sensibilidad" del poeta.
Y una parte más -y muy importante- es, lo que Zabala llamaría, "el desgarramiento sentimental" del lector, del invitado a las páginas de este libro, al que, yo lo sé, porque a mí me pasó, no se lo va a olvidar nunca.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena recopilación. Y cuántos como este poeta hay por ahí, vagando en la inmensidad del olvido y del desprecio del canon de la literatura ecuatoriana. Es una gran tarea buscarlos y no permitir que esa poesía descanse en la soledad de un estante.
saludos,
Juan

Paul Zabalappo dijo...

El pueblo ecuatoriano y los pueblos Latino Americano, tiene que salir de esta ignorancia a la quenos hemos sometido solos, y tratar de que la nueva generacion conozca a esos verdaderos genios de la poesia como mi abuelo Manuel Zabala Ruiz, que han dado mucho para la cultura ecuatoriana y Latino Americana
Paul Zabala

Marco Herrera Zabala dijo...

el destino me hizo andar por un camino lejano pero es tan maravilloso saber que existe una persona con tanto talento que siempre me ha inspirado en el trayecto de mi vida