miércoles, abril 19, 2006

EL ANGEL DE LOS LIBROS

El vicio de editar libros persiste en mí. Luego de seis años de haber publicado casi 40 libros en el bello y siempre trunco proyecto de b@ez.oquendo.editores, la aventura continúa.
EL ANGEL Editor es el nuevo sello que estoy comandando. En menos de 4 meses ya han aparecido 5 títulos hermosos. Dos de Fausto Arellano Guerra, el escritor oculto, radicado en USA, que ha decidido, en su madurez literaria y de vida, sacar a relucir sus logradas obras: Un libro de cuentos "De la ciudad y otras esquinas" y la bellísima novela infanto-juvenil "El castillo de los monstruos de chocolate" ya están en circulación en las librerias.
Dentro de la colección "El angel terrible" han aparecido bellos libros troquelados, en fina cartulina, en donde se ha publicado dos de los seis primeros libros que están a la espera: el bello ensayo de Lucrecia Maldonado "Érase un niño que un día descubrió el aire de la calle (una visión personal personal de las canciones de Serrat", y el poemario del nobel poeta, sobrino nieto de Paco Tobar García, Rafael Tobar "En piel de otro". Por último en un bello formato y en una fina edición, salieron los dos poemarios de una voz nueva de la poesía ecuatoriana Francisco Costales y sus dos títulos "El santuario de las notas azules" y "Estancia vital de la penumbra".
El buen gusto de los libros, la selección de los autores y el trabajo de edición son parte de mi faena común y d elo que tengo que cuidar en los tomos de El Angel.
El Angel Editor me abre nuevas puertas, nuevos panoramas, nuevos mundos. Y sobretodo, nuevos libros. Cada vez que edito uno de ellos pienso en Borges y aquella deliciosa frase que nos martiriza a los bibliofilos (lo parafraseo): con cada libro que nos venden, deberían vendernos el tiempo pra leerlo.
El nacimiento de un libro es, quien sabe, el nacimiento, también, de algún lector más, y eso ya es un aporte a la humanización de este pobre mundo al que quisiéramos arreglarle las costuras con poemas.
Además en este nuevo sello que dirijo hay un ángel que lo cuida. Un hijo mío que lo mira de lejos. Y, como diría Rilke, "Todo ángel es terrible". Ni más ni menos.

1 comentario:

Unknown dijo...

éxitos en tu nuevo emprendimiento editorial y que tu blog poco a poco crezca.
gran abrazo,

Miguel Antonio