miércoles, octubre 17, 2007

La obsesión de Zapata


Leí el libro de relatos de Cristobal Zapata, "El Pan y la carne". Zapata es monotemático y ya se notó su calidad narrativa en algunas prosas poéticas de indiscutible calidad que se dejan leer, finamente eróticas, en sus libros de poesía.

En este libro hay un aliento más extenso sobre el tema, pero la propuesta es la misma. Un finisimo hilo de seductora puntualidad se desprende de un lenguaje mohoso, casi barroco, que va describiendo y definiendo las puntadas de una historia donde casi nunca pasa mucho, donde el lenguaje es el triunfador, por algo es un poeta importante de su (mi) generación.

Aunque en estos cuatro cuentos se lo ve más libre y sus personajes son más liberales y no se esconden en las corazas de los personajes estereotipados de intelectuales de paquete fino, sino que viven en un mundo a veces quich, pero saludable para identificar nuevas posturas frente a los tratamientos atmosféricos de la poética de Zapata.

Aunque narra con astucia, sus cuentos no valen por cuentos, porque su verdadero valor radica en las bellas descripciones. No hay pudor en presentar a sus personajes en mundos anti convencionales. Niños que caminan hacia el vouyerismo, trios que se buscan para amarse en el silencio, conjeturas sexuales espléndidas que se van dibujando despacio, como fumar un puro y no dejar escapar las volutas de su humo con tanta facilidad.

Me gusta que Zapata persiga, como el buen Darío, una forma. Y se obsesione en el fondo. El problema está en que podría gastarse, así, como las manos de Guayasamín en sus cuadros ya repetidos.

El cuentario que tiene un rimbombante subtítulo: Cuarteto narrativo, que en realidad no dice nada, es un gran paso para comprobar a Zapata en su carrera ligada con la palabra precisa y el tema del sexo como una preocupacion literaria. Me ha gustado este libro.

1 comentario:

Douglas dijo...

A través de esta grieta en el Internet le mando mi más cordial saludo al pana Zapata.

Mucha publicación y mucha poesía.