viernes, agosto 31, 2007

De lujo, el Premio Espejo 2007


Qué contento que me ha puesto que hayan entregado el Premio Nacional Eugenio Espejo a Carlos eduardo Jaramillo. Enorme poeta y un ser humano excepcional. Humilde, nada posudo, ni vanidoso, ni el que se cree la pomada que curará al mundo sus heridas espirituales. Ni el poeta que cuando se lo encuentra le dice a uno lo que ha leído con rimbombancia. Nada que ver con ese mundillo de academia pestilente. Nada que ver con ese nivel municipal y espeso. Nada que ver con las cofradías universitarias. Nada que ver con las exquisiteces de los divos. Este es un poeta en esencia. Un poeta de verdad. Un guerrero de la palabra que escribe, porque de lo contrario no se salva del fuego ni de la tortura de sí mismo.

En su poesía hay eso: fuego. Verdad. Palabra que quema y que rompe el hábito. Es una poesía que entra en uno en serio, como si fuera una epidemia. Él y Paco Tobar son así: fuego puro. Es terrible leer a Carlos Eduardo. Es como vivir en vertigo, cerca del peligro.

Bien por el premio. Se lo merece como el que más. Poetazo. Maestrazo. Él si es un poeta. No esos oscuros mendigadores del absurdo, que andan buscando la séptima arista a la estrella de David. Esos son poetas de maquillaje. Carlos Eduardo no puede más con la poesía. Pero la poesía si pudo con él.

Un viva para el maestro.

Marilyn Monroe ascendiendo a los cielos

Gloriosamente ebria


del gozo de vivir
de ser amada
hasta por el más íngrimo

varón sobre la Tierra
el aire que levanta tu vestido
soplando desde la reja del Averno

en el corazón de Manhattan
todo el amor del mundo
en tus semicerrados

ojos sonrientes
y la encendida rosa de tu boca

modulando
un infinito beso

Con ese esbelto pie
con esas bellas piernas aguzadas
las rodillas espléndidas
entraste al reino de lo inolvidable

Que manera tan grácil
de ser perfecta y Única


/Norma Jean en capullo/
Marilyn mariposa
ascendiendo a los cielos.

7 comentarios:

Anace dijo...

Que alegría saber que Carlos Eduardo ha ganado el Premio Espejo.
Carlos Eduardo se lo merece todo, todo lo bello y todo lo magnífico que la vida y la literatura pueda ofrecerle.
Desde la distancia lo recuerdo como el hombre y el poeta maravilloso que es.
Carlos Eduardo fue determinante en mi vida y en mi carrera como escritora. Fueron muchas las horas que pasamos hablando de poesía, escuchando música, bebiendo con otros amigos del verso y de las leyes.
Las puertas de su despacho siempre estuvieron abiertas para todo aquel que lo buscara, para el pobre, para el rico, para el sabio, para el aprendiz, todo el que llegaba por allá era bien recibido con la atención y la bondad que siempre lo han caracterizado.
Subir a verlo en uno de esos días guayaquileños: calientes -casi infernales- y encontrar su paz, sus ojos atlánticos, su sonrisa suave, era un oasis en medio de toda esa locura de carros y apuros que se vive en la Perla.
Carlos Eduardo fue el mejor amigo que un poeta joven pueda tener. Me considero afortunada de haberlo conocido y de haberlo vivido. Gracias Carlos Eduardo por ser un hombre de luz, gracias por su cariño, por su compañía, por su sabiduría, por su voz, por su sencillez, por sus ojos, por sus alas.
Lo quiero muchísimo y espero que siga escribiendo todas esas historias-poemas que hacen viajar, soñar, volar, inventar.

Fernando Iturburu dijo...

algunos estamos empeñados en dar a conocer de la mejor manera la obra de autores ecuatorianos. en el caso de carlos eduardo (su premio es más que merecido) ya hemos traducido algunos de sus poemas y ya han sido aceptados para su publicación en estados unidos en una revista. esperamos hacer lo mismo con otros y luego culminar con una antología de poesía, ya en formato de libro, claro. es, como siempre digo, un inicio, no la "palabra final" de qué es lo mejor, lo que debo publicarse, lo representativo, etc. criterios, desde mi punto de vista, siempre cuestionables y de dudosa procedencia. salud por carlos eduardo. f. iturburu

Xavier Oquendo Troncoso dijo...

Mi querida Ana Ce de verdad que por acá te extrañamos mucho. a ti, a tu poesía, a tu autenticidad, a tu amistad. Carlos Eduardo estaría muy contento de los que has escrito aquí, se lo haré llegar. te mando un beso grande

Xavier Oquendo Troncoso dijo...

Fernando

tu labor hermosa y sin egoismos difiere bastante d elo que aqui en nuestro país se practica: el individualismo tenaz, el egoismo, la troncha infundamentada y gratuita. Que bueno que la figura de Carlos eduardo, nos haga reflexionar sobre estas cosas. Abrazos

Fernando Iturburu dijo...

yo más bien creo que es ser muy pragmático: siempre hay mejores que uno y eso lo sabemos todos: entonces: no perdamos tiempo y que lo mejor salga adelante. es también más fácil aprender de los otros que (que querer) erigirse como referente de... al final del día, igual, lo que más cerca esté de la gente quedará. a eso llamo ser pragmático, no tanto no ser egoísta (que, si le preguntas a otros, con seguridad te dirán lo opuesto. en fin, que nadie es perfecto. oye, muy bueno lo de siomara, lo de pesántez también. no creo que aún se le haya dado el espacio que él merece. tenemos planes también con siomara, carolina y ana (minga), pero necesitamos sacar primero la antología. y por allí sigue la cosa. f. iturburu

Anace dijo...

Xavier y Julia, yo también los extraño un montón. Tal vez viaje pronto y cuando llegue a Quito los llamo "para bebernos los vientos y los chismes" (ja,ja,ja). Los quiero mucho y adelante con el blog y con la editorial.

ángel dijo...

Bello poema. Un gusto haber recalado en tu espacio literario.


Saludos...