domingo, septiembre 06, 2009

“LA VOZ HABITADA”: SIETE POETAS ECUATORIANOS FRENTE A UN NUEVO SIGLO


Por CARLOS EDUARDO JARAMILLO


ESTA JOVEN POESIA

El ser que soy ahora se conmueve ante esta joven poesía /ante esta savia nueva del fluir poético que es el de la hermosura y el dolor de la vida/ como si a su pesar como si por un fatalismo kármico los instantes de la felicidad tuvieran que tener su costo/ Quizá en el transitar cotidiano en el fluir de la vida presionado por el tropel de los sucesos eso así no suceda /pero sucede en el mundo real de la poesía que es el de nuestros sueños y deseos / como una autoflagelación por una culpa imaginaria / como si no fuéramos merecedores del permaneciente bullir de la primavera en nuestros corazones / los deseos que se realizaron la felicidad que se vivió o se vive así sea por un azar / el número premiado de la lotería caído sobre el rebaño de los suplicantes/.
Se ha dicho que la poesía quizá no sea más que la fulguración del instante en el vacío / la posesión de la plenitud para desaparecer / Se ha dicho con gana de creer en Dios que para perdurar para no ser olvidados / Será en todo caso en homenaje al don que nos fue dado
/– eh tú abandona el rincón de los castigos cumpliste tu tarea -- eh tú bésame en la boca-- / Lo que vendrá después respecto de nosotros no puede saberse.
Poesía joven de rodillas ágiles / irrespetuosa como es el más auténtico sentir de la juventud / la poesía no tiene niñez pero sí inocencia
siempre la tendrá /aunque el poeta no lo sepa y se precie de sus saberes / si la pierde la poesía desaparecerá como la magia que se sustenta sólo en trucos mágicos cuando éstos se revelan/ los trucos de nuestra psiquis no los revela el espíritu / son nuestro profundo secreto nuestro método /no para simplemente sobrevivir sino para vivir con ventaja / la poesía es un plus que no debemos perder nunca.

INTERMEZZO

No conozco cómo es el mundo de hoy para los ojos de hoy para las incertidumbres del mañana. /Alguien tiene certezas alguien duda desde antes de la duda. /Todos aman. Alguien no quiere amar no sabe cómo. O no como desea / El deseo es un árbol de sorpresas: frutos de palo pájaros de niebla ojos de pedernal / Está lo dicho. Queriendo descubrir velar el alma queriendo revelarla /.
Se van poniendo rojos los metales en el crisol / pero el oro y el hierro están probados. / Buena forja, poetas. /Dejad que el corazón cante su canción.

EL VIAJE Y EL CAMINO

Ha empezado cada uno el viaje y el camino tras el descubrimiento/ cada uno tiene ya la certidumbre de haber dado con las fuentes de su río sagrado / el río de su canto / el río de su voz atravesando la misteriosa comarca de su alma / Ya se verá hasta dónde querramos y podamos adentrarnos en ella / aventurarnos o rodear sus meandros / provistos de qué códigos de señales que nos permitan salir del Laberinto / Ojalá que esquivar el Minotauro / Ojalá el Laberinto no sea abierto / Ojalá que sepamos cuándo estemos en él y cuándo a salvo./
Que el poder no os agobie./

NUEVA ERA DE LA POESIA ECUATORIANA

Creo como el que más en la Nueva Era de la poesía ecuatoriana, no porque colectivamente tenga un nacionalista sello de “ecuatorianidad”, pero sí, dentro de su universalidad y diversidad, un potencial que va manifestándose con seguridad y fuerza, fe blindada, una concentración y densidad que llega a rebasar el ámbito de su propia experiencia. (Todos los poetas algún momento somos médiums del Otro más antiguo que nos habita)
Paladeo con delectación la sustancia y la forma de la poesía que profesan los habitantes de la casa mágica que constituye esta breve y hermosa selección que bajo el título de “LA VOZ HABITADA”, han publicado Editorial Eskeletra y El Ángel EDITOR (2008).
7 poetas nacidos entre los años 1972- 1973: Marialuz ALBUJA, Ana Cecilia BLUM, Julia ERAZO, Carlos GARZON, Xavier OQUENDO, Carmen Inés PERDOMO, Carlos VALLEJO.
7 apóstoles iluminados por las lenguas de fuego de la poesía, luchando alguno todavía por dominar el incendio, atemperándolo otro como una tenue lámpara de alcohol donde las sombras son ingrediente de la luz, alguien poniendo la boca de la llama sobre su propio corazón para que la palabra salga quemante, calcinada, sin edad todavía para la amargura, en la música sólo de la nostalgia o la prefiguración de la nostalgia. (No es posible el vacío para los ojos que todo lo quieren ver).
7 seres angélicos de poderosos remos elevándose por los cielos a punto de desaparecer, precipitándose en rasante vuelo, haciendo malabares en el ámbito de la poesía: turbulento, poderoso, insólito, voluble, sorpresivo, como el viento de la Patagonia que pinta César Aira en “La Costurera y el Viento”: donde por su poder casi todo es posible, incluida la felicidad, bajo cualquier ropaje.



Agosto 25, 2009

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