domingo, marzo 23, 2008

Lo que viene en EL ANGEL


ANA CECILIA BLUM:

El regreso de "La que se fue"


Casi 13 años hubo que esperar para que Ana Cecilia Blum nos regale un nuevo poemario. Pero la espera valió la pena. El tiempo se encargó de obsequiar a sus lectores un conjunto de versos límpidos y totales en este libro. Ana Cecilia decidió explorar otras tierras llevando a sus anchas la enorme sensibilidad que la ha caracterizado. Y "la que se fue" es una poeta, ahora, total.
Lo fue desde siempre. Su poesía marcó el ritmo de la novísima expresión poética de América Latina: novedad, precisión y síntesis. Ha dejado a un lado esa factura erótica (diáfana e impresionista): ahora la encontramos en un estado de absoluta madurez. Este poemario la ratifica como una poeta completa: gran halo expresivo, honda reflexión, imágenes siempre vivas, que redondean un lenguaje ligado al ritmo y a la complejidad de la sencillez: Este poemario dará que hablar a los críticos por su desprendimiento retórico y su expresividad desligada de las preceptivas típicas, así como de las novelerías crípticas que tanto daño hacen a la poesía verdadera.
Tres momentos poéticos tiene este texto. Tres tiempos y un solo trasfondo: demostrar poéticamente su extrañeza al sentirse extranjera, ese recurrente verso que añora y condensa las más finas líneas de reflexión. Una voz poética desarraigada que, poco a poco, va arraigándose al nuevo paisaje, a la nueva connotación, al nuevo amor que ahora canta y que sangra en ella como una explosión de mariposas en un campo desértico.
Las "tierras" ajenas, adentro y mejores redondean su camino de errante. Buscando la tierra prometida y hallándose ella misma. Entonces, no es la tierra lo que uno busca, sino a uno mismo en cualquier lugar. Lo peligroso es no hallarse, perderse en un mundo anormal, en sitios que la memoria no permite concentrarse. Doble mérito para una poeta que se hallo entre el frío, entre el desierto, entre el amor de nuevos territorios descubiertos. Ana Cecilia elevó anclas y se fue un día sin decir nada, sin pedir permiso. Y halló la poesía en medio de este oscuro sufrimiento que es la soledad y la incertidumbre.
La palabra la acompañó siempre. La poesía no se portó como una madrastra con ella, si no, más bien, fue su fiel aliada en las noches en que las "tierras ajenas" le negaban, precisamente, lo que extrañaba. Pero, una vez, "tierras adentro" se encontró y caminó con ella misma en forma de otro yo. Como el mismo Rimbaud cuando canalizó su "yo es otro". Más tarde, ya en esas tierras, hubo tiempos mejores, hubo el fruto de la armonía y la libertad. Entonces ahí se reencuentra la figura y el genio de una poeta que "se fue", pero carga en el equipaje de su añoranza a la poesía.
Un libro hermoso de comienzos de siglo. Un libro que estará firme en el tiempo y las aguas de las nuevas generaciones.
Ni más ni menos.

Ana Cecilia Blum (Guayaquil, 1972). Licenciada en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Laica Vicente Rocafuerte. Fue tallerista de la Casa de la Cultura Núcleola Asistencia
Publicó en 1995 el poemario "Descanso sobre mi sombra".
Ha colaborado con algunos suplementos literarios del país. Desarrolló una intensa actividad literaria en su país no solo como escritora joven sino más aún como promotora cultural.
Sus textos poéticos se incluyen en diversas antologías nacionales y extranjeras. Ha sido ganadora de varios premios y menciones. Actualmente asiste a la Universidad Estatal de Colorado donde cursa estudios de Español. Reside entre Ecuador y los Estados Unidos. del Guayas. Ejerció por algunos años de Cátedra en Lenguaje y Comunicación a nivel Superior.



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